Uno de los beneficios de la sociedad moderna es que contamos con más opciones que nunca; sin embargo, esto tiene un aspecto negativo, y es que con tantas opciones viene la indecisión y donde hay indecisión siempre aparece el estrés. Recientemente pasé por una farmacia para comprar medicina para un catarro y cuando llegué encontré toda una fila llena de diferentes medicinas. Algunos eran para resfriados, otros para los resfriados y la gripe. Algunos eran para tomar durante el día y otros durante la noche. Algunos eran de bajo índice glicémico. Algunos venían en forma líquida, algunos en tabletas y otros en cápsulas de gel. Algunos eran de acción regular, otros más fuertes y otros de acción máxima. Con tantas opciones, algo tan sencillo como escoger una medicina para el catarro, se convirtió en una tarea verdaderamente estresante. Lo mismo sucede en la mayoría de las áreas de la vida, sólo tienes que ir a una cafetería a comprar un café para ver cuantas el sin fin de opciones que tienen. De hecho, aún recuerdo cuando ordenar un café era algo simple, con leche o sin leche con azúcar o sin azúcar. Y no es que me oponga a tantas opciones, todo lo contrario; pero con más opciones que nunca el tomar decisiones simples puede estresar a cualquiera.

En una sociedad moderna tampoco hay escasez de expertos para cualquier cosa que quieras saber o hacer. Un experto te dice una cosa y el otro te dice otra. Uno te dice que algo es malo mientras que el otro te dice que es bueno. Y con tantas opciones a menudo no sabemos si estamos tomando las decisiones correctas. Así que ¿qué se puede hacer para estar seguro de que dentro de tantas opciones estamos tomando las decisiones correctas en cuanto a nuestras finanzas, nuestra salud y nuestros seres queridos? ¿Cómo sabemos si estamos tomando las decisiones correctas moral y espiritualmente?

Permite que Dios te guíe.

Voy a compartir contigo una pregunta a través de la cual puedes filtrar todas tus indecisiones y sé que te ayudará a elegir la opción correcta en cada decisión que tengas que tomar.

¿Es ésta una decisión sabia para mí?

Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.

Efesios 5: 15-17 NVI

Deja que Dios te guíe a través de Su Palabra, y si todavía no estás seguro de cuál es la decisión correcta. Dios quiere que te hagas la siguiente pregunta: ¿Es ésta una decisión sabia para mí? La pregunta no debería ser si es pecado o no, si la opción es entre buena y mala; eso es fácil: no hagas lo malo. Pero cuando las opciones no son tan específicas la pregunta debería ser, ¿es ésta una decisión sabia para mí? Permíteme ilustrarlo. La pregunta no debería ser, ¿fumar es pecado? La pregunta debería ser, que si el fumar es una decisión sabia para ti. La pregunta no debería de ser, ¿debo comprar esto, si o no? La pregunta debería ser, que si esta compra es una decisión sabia para mí. Cuando lees la Biblia y no puedes encontrar la respuesta, Dios nos ha dejado la pregunta más importante para nuestras indecisiones. ¿Es ésta una decisión sabia para mí?

Salmos 23: 1-3 NVI

El Señor es mi pastor, nada me falta; 2en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; 3me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.

Es simple, en un mundo lleno de tantas opciones deja que sea Dios quien te guíe, busca la decisión sabia para ti.

Padre Celestial gracias porque en medio de tantas opciones Tú me diste la clave para saber si está dentro de tu voluntad y a va ser una decisión sabia para mi, Tú me guías por sendas de justicia por amor a tu nombre, así que no tengo nada que temer si me dejo guiar por ti.