Amor $$$

 

 

Amor $$$

Miércoles, 14 de febrero de 2018

 

 

No importa quién eres, Dios te ama. Él no puede amarte más de lo que te ama y no importa lo que hagas, nunca dejará de amarte. Nuestra meta como creyentes es aprender a amarlo a Él, con todo nuestro corazón, alma y mente. El problema es que muchos creyentes están más interesados ​​en aprender a hacerse ricos en lugar de aprender a cómo amar a Dios. Digamos que dos grandes autores cristianos están saliendo con nuevos libros. Un libro se titula, “Los tres pasos para amar a Dios con todo tu corazón” y el otro libro se titula, “Los tres pasos para liberar las riquezas de Dios en tu vida”. ¿Cuál crees que se venderá más? Este ejemplo infantil ilustra una dura realidad, que la mayoría de los creyentes aman más al dinero de lo que aman a Dios. O al menos, que la mayoría de los creyentes están más interesados ​​en hacerse ricos que en aprender a amar a Dios completamente.

 

 Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. – 1 Timoteo 6: 9-10 NVI

 

La causa principal de las guerras es el amor al dinero. La causa principal de los divorcios es el amor al dinero. La causa principal de los crímenes es el amor al dinero. La causa principal de las demandas es el amor al dinero. La causa principal de los encarcelamientos es el amor al dinero. Podría seguir y seguir. El amor al dinero es la raíz de todo tipo de males. Pero a pesar de esta realidad muchos creyentes dedican más tiempo a la tarea de enriquecerse que buscar de Dios. Es increíble, pero muchos cristianos han leído más libros sobre cómo enriquecerse que aprender a amar a Dios. Y la mayoría de ellos pasan más tiempo y gastan más energía preocupándose por el dinero que preocupándose por el crecimiento de su relación con Dios. Y eso nunca termina bien.

 

Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán… Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. – Mateo 6: 25-33 NVI

 

En el sermón del monte, Jesús dijo: “No te preocupes por el dinero, más bien prioriza la agenda de Dios y todas las cosas que le conciernen, y Él se ocupará del resto”. Entonces, la pregunta es, ¿Vivirás tu vida creciendo en tu relación con Dios o buscando enriquecerte? Si eliges buscar las riquezas, sin importar tus razones, has elegido la raíz de todos los males. Si eliges buscar a Dios, entonces cumples tu propósito de amar a Dios y de paso Él promete ocuparse de todas esas cosas que tanto te preocupan.

 

Preguntas:

  1. ¿Sabes que el amor de Dios por ti no depende de tu carácter, sino de Su carácter?
  2. ¿Pasas más tiempo preocupándote por el dinero o preocupándote por amar a Dios?
  3. ¿Crees que el amor al dinero es la raíz de todo tipo de males? Explica por qué.
  4. ¿Cuál es la meta de hacerse rico?
  5. ¿Cuál es la recompensa de amar a Dios?
  6. ¿En qué deberías pasar la mayor parte del tiempo, en enriquecerte o en crecer en tu relación con Dios? ¿Eso es lo que haces?

 

Padre Celestial es imposible servir a las riquezas y a la vez servirte a ti, porque aborreceré a uno y amaré al otro; y yo he decidido servirte a ti con todas las fuerzas de mi ser, te amo y no quiero que nada se interponga en nuestra relación. Al tomar la decisión de servirte a ti y no a las riquezas, no sólo me evito toda clase de males y cumplo el propósito perfecto de amarte, sino que Tú me recompensas dándome todo lo que necesito. Gracias por amarme tanto, porque no depende de mí ese gran amor, sino de quién Tú eres amado Dios.