Tu Peor Enemigo 2

 

 

Jueves, 12 de julio de 2018

 


En todos los problemas y tiempos difíciles que has atravesado, cada vez que te has sentido infeliz y en todas tus heridas, complejos y malos hábito siempre había un común denominador, tú. Si estás listo para escoger ser feliz, tienes que aceptar el hecho de que tú eres tu peor enemigo. Y también admitir que no sólo eres el denominador común en todos tus problemas y dificultades; sino también eres quien ha levantado una barrera que te mantiene separado de tu Padre Celestial.

 

 

 

 

 

 

Jesús dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”. Esta invitación es para todos, sin importar cuales sean tus circunstancias o situaciones; Nadie está excluido. Elegir el descanso y la felicidad comienza cuando nos damos cuenta de que necesitamos más que la ayuda de Jesús, tenemos que venir a Él y permitirle que haga por nosotros lo que no hemos sido capaces de hacer por nosotros mismos. En el blog de ayer mencionamos el orgullo y la culpa como dos barreras que nos impiden aceptar la oferta de Jesús, hoy me gustaría añadir tres más.

 

  1. Temores

Muchas veces nuestros temores están basados ​​en falsedades. No importa quién eres, dónde has estado o lo que has hecho, cada vez que vienes a Jesús, Él te recibirá con los brazos abiertos.

 

Al que a mí viene, no lo rechazo.

– Juan 6: 37 TLV

 

  1. Preocupaciones

Al igual que un padre que está cruzando una calle muy concurrida y agarra a su hijo pequeño por la mano y no lo suelta, de la misma manera si vienes a Él, tu Padre Celestial nunca te soltará de su mano.

 

Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.

– Romanos 8: 38-39 NLT

 

  1. Dudas

Cuando miramos nuestro pasado, presente y nuestras circunstancias futuras a veces puede ser fácil dudar de que Dios aún está presto para obrar en nosotros.

 

Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. – Filipenses 1: 6 NVI

 

Para los hombres es imposible” aclaró Jesús, mirándolos fijamente, “mas para Dios todo es posible. – Mateo 19:26 NVI

 

Les aseguro que, si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza…. Para ustedes nada sería imposible. – Mateo 17:20 NVI

 

No es el tamaño de tu fe lo que importa, es adonde colocas tu fe lo que importa. Ven a Jesús, deposita tu fe en Él en todas las áreas de tu vida y mira y ve lo que Él hará.

 

Gracias Padre Celestial por cuidarme de la manera que lo haces y por ayudarme a superar mis temores y preocupaciones. Sólo Tú eres capaz de amar una manera tan incondicional, tanto que moriste por mí en una cruz. Gracias por salvarme y por dejarme saber que nada ni nadie me puede separar de tu gran amor. Lo que es imposible para mí para ti siempre es posible amado Jesús.