Jueves, 18 de junio

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1 Juan 5: 14-15 NVI

Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.

Para la mayoría de nosotros esto podría parecer “demasiado bueno para ser verdad”, porque hemos orado y pedido a Dios por cosas que nunca recibimos. Eso es porque la promesa no es que Él nos dará todo lo que queremos, la promesa es que Él nos oye y nos dará todo aquello que esté conforme a su voluntad y cuando se trata de la voluntad de Dios Él sólo quiere lo que es bueno para nosotros.

En el Antiguo Testamento un profeta llamado Habacuc hace la siguiente pregunta: “¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches?“ Habacuc lucha con lo mismo que muchos de nosotros luchamos hoy en día, oraciones no contestadas. Si alguna vez has estado allí tengo buenas noticias para ti, Dios siempre escucha y contesta nuestras oraciones y por lo general lo hace de las siguientes maneras:

SI

A veces la respuesta de Dios a nuestras oraciones es sí, algunas veces Dios nos concede lo que le pedimos, sobre todo cuando nuestras  peticiones se alinean con su voluntad. Te voy a dar una oración que nuestro Padre Celestial siempre escucha y su respuesta es sí. Cuando nos arrepentimos y le pedimos perdón.

NO

Muchas veces la respuesta a nuestra petición de oración es no porque no se alinea con la voluntad de nuestro Padre Celestial y si no se alinea con su voluntad entonces no es bueno para nosotros. Sin embargo recuerda que puedes pedirle cualquier cosa a Dios, pero a veces Su respuesta será: no.

ESPERA

Dios no sólo quiere darnos lo mejor sino que nos lo quiere dar en el momento adecuado. Cuando Dios dice espera, recuerda que el tiempo de Él es perfecto. Él no llega ni muy temprano ni muy tarde, su tiempo es perfecto. Una de las cosas que necesitamos aprender al orar es esperar.

Que maravillosa noticia es que nuestro Padre Celestial, el creador del universo escucha y contesta todas nuestras peticiones de oración. Por eso nunca debemos cansarnos de orar, porque Dios nos escucha y nos responde siempre.

Es simple, aunque suene demasiado bueno para ser verdad Dios escucha y contesta todas nuestras oraciones.

Padre Celestial gracias porque puedo ir a ti con la convicción de que me escuchas y me respondes, ayúdame a aceptar siempre la respuesta que me des, ya sea si, no o espera, porque sólo tu sabes lo que es mejor para mi y cuando dármelo si mi petición se alinea con tu voluntad.

 

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