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Viernes, 18 de septiembre

Cuando mencionamos la palabra adorar lo primero que les viene a la mente a la mayoría de las personas es la iglesia y la música. Pero la adoración es mucho más que eso. Sí, la música y la iglesia son una parte de la adoración, pero la adoración en pocas palabras es inclinarse ante algo o alguien en un acto de rendimiento. La adoración tiene que ver más con a quién servimos que a qué iglesia asistimos y cuales canciones cantamos.

Todo el mundo adora, esto no es algo que sólo se hace en las iglesias, porque todo el mundo se inclina y le sirve a algo o a alguien. Algunas personas se adoran a sí mismos, ya que se inclinan ante sus cuerpos y emociones, se han convertido en siervos de sus sentimientos, placeres y deseos. Algunas personas adoran la popularidad. Se han convertido en siervos de los demás, se inclinan a lo que quieren los demás; hacen o creen lo que hacen y creen los demás con el fin de ganar popularidad. Otros adoran las cosas materiales, fama, fortuna y un sin fin de otras cosas, pero luego viene Dios y dice: quiero que me adoren a mí. La adoración siempre va ser la decisión de inclinarse ante uno mismo o ante Dios, el servirse a uno mismo o servirle a Dios.

Lucas 4: 5-8 NTV

Entonces el diablo lo llevó a una parte alta y desplegó ante él todos los reinos del mundo en un solo instante. —Te daré la gloria de estos reinos y autoridad sobre ellos —le dijo el diablo—, porque son míos para dárselos a quien yo quiera.  Te daré todo esto si me adoras. Jesús le respondió: —Las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a Él.”

 La decisión de Jesús fue clara y precisa, lo interesante es que la decisión en verdad no estaba entre adorar a Satanás o a Dios, más bien la decisión era entre adorarse a sí mismo o adorar a Dios. Para Jesús las dos opciones no podían ser más claras, por eso su decisión fue la de adorar a Dios.

El adorar a Dios siempre va a reducirse a dos opciones, o el adorarnos a nosotros mismos o el inclinarnos ante Dios. Dios dice, quiero tener el primer lugar en tu vida, quiero que te inclines y me sirvas a mí. Quiero que se den cuenta de que mis camino es el camino que deben seguir. Quiero que se den cuenta de que cada vez que deciden adorarme y servirme ustedes son los que se benefician. Jesús decidió adorar a Dios por encima de sí mismo y mira los resultados: Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. Por lo tanto, Dios lo exaltó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres; para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.

Padre Celestial perdóname por las veces que me inclino ante algo o alguien que no eres Tú, quiero vivir de una manera que te honre, adorándote y exaltándote en todo momento y en todo lugar. Quiero vivir con mis rodillas dobladas ante ti, reconociendo que tú eres el Señor y Rey de mi vida.

 

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