Falta Algo
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Falta Algo
Lunes, 23 de noviembre
Ahora que está comenzando la temporada de Navidad 2015 es notable en el ambiente de que algo está faltando. Según el departamento de lenguaje de los Estados Unidos el saludo políticamente aceptable es “Felices Fiestas“ y no “Feliz Navidad”. En las escuelas públicas y en las propiedades gubernamentales está prohibido mostrar, cantar o hacer obras que reflejen la historia de la Navidad. En muchos negocios y oficinas seculares los empleadores han prohibido que se utilice el saludo tradicional navideño para que nadie se sienta ofendido. La empresa Starbucks decidió eliminar todo tipo de decoración que refleje la historia de la Navidad en sus vasos. Pero si hoy mismo se permitieran todas estas prácticas de igual manera seguiríamos de acuerdo en que falta algo.
Falta algo en la Navidad y es lo mismo que está ausente en muchas familias, comunidades y alrededor del mundo. Es lo mismo que falta cuando vemos a dos niños peleando o cuando vemos amistades, matrimonios, familias y comunidades destruidas. Podríamos pensar que lo que está faltando se encuentra presente en la iglesia local, pero desafortunadamente no lo vemos en muchas de las iglesias cristianas de hoy en día. El problema es que cuando analizamos aquello que falta pareciera ser algo débil, tonto e irreal. Algunas personas considerarían el añadirlo a sus vidas un error, tal vez es por eso que lo que falta parece haber desaparecido de la celebración de la Navidad. Lo interesante es que sin el ingrediente que está ausente no podemos decir “Feliz Navidad”, tan solo podemos decir “Felices Fiestas”. Porque cuando Jesús caminó sobre esta tierra lo que falta hoy era lo que más brotaba de Él, es el ingrediente más importante y sin él no existirían los saludos, las decoraciones, las canciones ni las obras navideñas. Cuando Jesús caminó sobre la tierra este ingrediente le molestaba a unas cuantas personas mientras que la mayoría corría hacía Él atraídos por este ingrediente que en la actualidad está ausente en muchas de las celebraciones navideñas.
Juan 1: 14,16 NVI
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia.
La historia de la Navidad se trata de Dios enviando a su hijo en carne y sangre de una manera visible y tangible para morir en la cruz por todos nuestros pecados. La historia de la Navidad es Dios derramando su gracia sobre toda la raza humana aunque ni una sola persona se lo merecía. La gracia es el ingrediente principal de la Navidad que en muchas celebraciones y en muchas vidas está ausente. Lo increíble es que muchos de nosotros somos parte de la historia de la Navidad porque nos hemos beneficiado de la gracia sobre gracia de Dios. Y aunque para algunas personas la gracia de Dios pareciera ser algo débil, cuando es aplicada es tan poderosa que tiene el potencial de sanar las heridas más profundas del corazón, los matrimonios, las familias, las comunidades, las iglesias e inclusive el mundo entero.
El mundo secular nos puede remover todos los simbolismos cristianos de las celebraciones navideñas, pero lo que no pueden hacer es impedir que la gracia de Dios sea manifestada en y a través de nuestras vidas en esta Navidad y en cada uno de los días del resto de nuestras vidas.
¡Feliz Navidad 2015!
Padre Celestial gracias porque para mí la Navidad es ver tu maravillosa gracia a través de tu amado Hijo, el cual enviaste a este mundo a morir en el lugar que me correspondía a mí. Ayúdame como tu hijo que soy a que todos los que me rodean dentro de mi comunidad vean tu gracia sobre gracia a través de mí, que ese sea el símbolo navideño que resplandezca en esta Navidad y en los corazones de cada uno de nosotros todos los día de nuestras vidas.
Robert Cruz Jr.
Bobby Cruz Jr. became Senior Pastor of CDA Miami in 1999, continuing the work that his father, Bobby Cruz began in 1980. Bobby Jr. is an engaging speaker whose passion is to lead people in a growing relationship with Jesus. He has five children and he lives with his wife Ana in Doral, FL.