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Miércoles, 17 de febrero

La tragedia más grande en la vida no es la muerte; la tragedia más grande es vivir tu vida ausente de tu propósito divino. Dios todo lo crea con un propósito divino y así mismo tú fuiste creado por Él para ser alguien especial y hacer algo igualmente especial. Pero a menos que tú creas en la existencia de Dios la pregunta sobre el propósito de la vida no tiene sentido alguno. Sin Dios no somos más que el resultado de una explosión cósmica sin propósito y sin sentido.

Tu propósito se encuentra en Dios tu Creador, pero el problema para muchos es que buscan su propósito en sí mismos y no en Dios. Tu propósito divino es más grande e importante que cualquier realización personal, es más grande e importante que tu familia, amigos, prosperidad y felicidad. Es mucho más grande e importante que cualquiera de tus ambiciones personales. Si quieres descubrir tu propósito divino, debes comenzar por Dios. Existes por Su propósito y para Su propósito. El cumplimiento de tu vida es permitirle a Dios que te use para Su propósito en lugar de tratar de usar a Dios para tus propósitos.

Mientras más conocimiento tengas acerca de lo que Dios está haciendo más conocimiento tendrá acerca de quien eres y lo que debes hacer. Alrededor del año 445 AC había un hombre de nacionalidad hebrea llamado Nehemías, quien había nacido en el exilio y trabajaba para el rey de Persia. Lo que ocurrió fue que unos 140 años antes, el pueblo de Israel se había apartado del propósito divino y Dios los había entregado a los babilonios y más tarde a Persia. Pero aunque Nehemías tenía un excelente puesto trabajando directamente con el rey de Persia se sentía insatisfecho, sentía que tenía que haber algo más en su vida.

Bajo el mandato del rey de Persia, a muchas personas hebreas se les permitió regresar a Jerusalén sólo para encontrar su ciudad destruida. Un día el hermano de Nehemías y otros hombres fueron a visitarlo y Nehemías les preguntó por las personas que habían regresado y la ciudad de Jerusalén. Ellos respondieron; las personas viven en gran calamidad y desgracia. La respuesta devastó a Nehemías.

 

Nehemías 1: 4-11 NVI

Al escuchar esto, me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo.

Si abres tu Biblia y lees los siguientes versículos del 5-11 descubrirás que mientras Nehemías oraba y sufría a causa de la condición en que Jerusalén se encontraba, dentro de esa tensión su propósito divino le fue revelado. A medida que leas su oración verás que Nehemías tenía conocimiento histórico de lo que Dios estaba haciendo. Sabía que Jerusalén se encontraba en esa condición por causa de su desobediencia a Dios. Pero también sabía que si se arrepentían Dios los restauraría. Lo que vemos es que el propósito divino de Nehemías no nace de la realización personal ni tampoco es el producto de ella. El propósito divino de Nehemías nace y es resultado directo del propósito de Dios. ¿Sabes cuál es el propósito de Dios en este mundo? ¿Sabes cuál es tu propósito en este mundo?

Padre Celestial ayúdame a entender cada día más que mi propósito en este mundo no se trata de mis logros, ni de las personas que amo, ni de ningún trabajo. Ayúdame a buscar cada día más de ti, que yo pueda tener el conocimiento de lo que Tú estás haciendo en mí y a través de mí, porque mi verdadero propósito lo encuentro en Tu propósito.

 

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@ Casa De Alabanza Miami

Sunday, February 21 @ 11AM

 

 

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