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Jueves, 03 de marzo.

Realmente no todas nuestras ideas son buenas y no todas nuestras buenas ideas cumplen el propósito divino de Dios para nuestras vidas. La verdad es que a lo largo de nuestras vidas todos hemos tenido muchísimas malas ideas que inicialmente pensamos eran buenas. La pregunta es, ¿cómo distinguimos una idea buena de una mala? La respuesta es estudiando y analizando todas nuestras ideas antes de entregarnos a ellas. Y, ¿cómo se distingue una buena idea de una idea inspirada por Dios? La respuesta es la misma, haciendo un análisis objetivo de la situación con la cual tu idea va a tratar.

Dios nos creó a todos a propósito y con un propósito. Fuimos creados por Dios y para cumplir los propósitos de Dios. Tú y yo fuimos puestos por Dios en esta tierra para logra algo de valor eterno. Por lo tanto nuestra meta debería ser el de descubrir y ejecutar ese propósito. Deberíamos buscar diferenciar no sólo entre una idea buena y una mala, sino también entre una idea buena y el propósito por el cual Dios nos creó. Es a través del proceso de analizar las ideas que Dios nos concede la habilidad de distinguir entre una buena idea y una idea divina. Pero además es a través de ese proceso que aprendemos a cómo enfocar y ejecutar ese propósito divino.

Nehemías inicialmente llegó a Jerusalén con la idea de restaurar sus muros según las especificaciones originales. Pero después de estudiar y analizar los escombros que quedaban Nehemías reenfocó la visión y alteró su idea original. Era una buena idea pero no era el plan de Dios. El sacar el tiempo para estudiar y analizar la situación servirá para aclarar y confirmar que en lo que estás trabajando no sólo es una buena idea sino más bien el propósito divino de Dios.

El estudiar y analizar tus ideas a menudo te llevarán a la conclusión de que tienes una buena idea pero no necesariamente cumple con el propósito por el cual Dios te creó. Si después de estudiar la situación lo único que tienes es un poco de información y preocupación general por alguien o por algo lo más seguro es que es sólo una buena idea, pero no como para querer comprometerte por el resto de tu vida. Sin embargo, si después de tu análisis y a pesar de que todo plan de Dios tiene elementos imposibles, si aún sientes más preocupación y carga por un individuo, personas o situación es muy probable que has descubierto el plan divino de Dios para tu vida.

Si sientes que tienes una buena idea pero no estás seguro de si es el plan de Dios para tu vida, antes de lanzarte de lleno estudia y analiza la situación. Porque es a través de este proceso que Dios te dará a conocer entre una buena idea y Su idea. ¿Hay alguien con quien deberías hablar? ¿Hay materiales que deberías leer? ¿Hay un lugar que deberías visitar?

Mateo 7:7 NVI

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.

Padre Celestial ayúdame a ver claramente la diferencia entre una buena idea que yo pueda tener y una idea inspirada por ti para mi vida, guíame para yo poder analizar, estudiar y buscar los recursos y la información que sea necesaria antes de apresurarme a actuar y hablar. Gracias por estar conmigo durante todo el proceso.