La Razón – Bobby Cruz Jr

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La Razón

Viernes 11 marzo

Definir de manera específica un problema y darle solución no es suficiente. Si la persona no obtiene un beneficio personal entonces no va a actuar. Dios nos creó con un propósito divino y ese propósito es ser la solución a los problemas que le importan a Dios. No estamos aquí para resolver cualquier problema; estamos aquí para resolver los problemas que son importantes para Dios.

A Dios siempre le importan las vidas de todos. Es por eso que la Biblia dice que Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque a Dios le preocupa el bienestar de nosotros, su creación máxima. El problema es que muchas personas se enfocan en cosas que son de poca o ninguna importancia para Dios y han aceptado vivir en desgracia. Para muchos ese estilo de vida se ha convertido en lo rutinario y diario.

Cuando Nehemías reunió al pueblo en Jerusalén, él sabía que el definir y ofrecer una solución al problema no sería un incentivo suficiente para que ellos actuasen. Después de todo, las personas ya se habían acostumbrado a vivir con el problema. Ellos ya no veían muros derribados, se había convertido en algo normal. De alguna manera, la gente se adaptó a vivir en desgracia y ya no sentían orgullo por su nación. El vivir en un estado de vergüenza nacional era lo normal.

Nehemías por el contrario, no sólo veía a Jerusalén como una desgracia nacional, sino como una vergüenza para Dios. El pueblo de Israel había sido escogido por Dios para ser luz a las demás naciones. Se suponía que fuesen como ninguna otra nación sobre la faz de la tierra. Pero nadie jamás lo hubiese imaginado al observar la manera en que vivían.

 

Nehemías 1:17 NTV

¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén y pongamos fin a esta desgracia!

La visión de Nehemías por Jerusalén era mucho más grande que simplemente reconstruir los muros. Para Nehemías el problema que había que resolver era el restablecimiento de la dignidad y la gracia de Dios en el pueblo de Israel. Nehemías entendía que el simple hecho de hablar del problema y ofrecerles una solución no era suficiente. Tendría que encontrar la manera de incentivarlos para que quisieran resolver el problema. Tenía que darles una razón por la cual reconstruir. Su razón, reconstruyamos y pongámosle fin a esta desgracia. El Definir el problema y presentar una solución no es suficiente, es necesario tener un incentivo real.

Padre Celestial deseo sobre todas las cosas ser obediente a ti, quiero que me importe lo que a ti te importa, por eso te pido que me ayudes a cumplir tu propósito en mi vida a través de yo entender cuál es el incentivo real que me mueve, tanto a mí como a los que son parte del propósito, para que se pueda cumplir dentro de tu perfecta voluntad.