Cuando las críticas se convierten en amenazas – Bobby Cruz Jr

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Miércoles, 23 de marzo

 

Pocas personas tienen el potencial de distraernos como aquellas que se burlan y critican nuestro esfuerzos por lograr nuestro propósito divino. Porque cuando nos critican nuestra tendencia es quitar nuestro enfoque de lo que estamos haciendo para ponerlo en la persona o personas que nos critican. Pero, ¿qué ocurre cuando las burlas y las críticas escalan a un próximo nivel? ¿Qué pasa cuando las burlas y las críticas se convierten en amenazas?

 

Tan pronto como Nehemías comenzó a reconstruir los muros de Jerusalén algunas personas se sintieron amenazadas por el proyecto. Estas personas habían aprovechado de las condiciones deplorables de Jerusalén para hacer dinero, y en un esfuerzo por detener el trabajo se burlaban públicamente de Nehemías y sus trabajadores. Pero Nehemías no les hizo caso, oró a Dios y continuó hacia adelante con el proyecto. Al ver todos los que se habían burlado de Nehemías y del pueblo que ellos seguían trabajando, se enfurecieron de tal manera que sus burlas escalaron a otro nivel, se convirtieron en amenazas.

 

 

Nehemías 4: 7-8 NVI

Pero cuando Sambalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que avanzaba la reconstrucción de la muralla y de que ya estábamos cerrando las brechas, se enojaron muchísimo y acordaron atacar a Jerusalén y provocar disturbios en ella.

 

Si continúas leyendo el relato en tu Biblia descubrirás que el pueblo se desalentó y se distrajo antes estas amenazas y comenzaron a regresarse a sus hogares. Pero una vez más la respuesta de Nehemías fue primeramente orarle a Dios, pero además decidió añadir dos nuevos pasos en esta ocasión. Le recordó al pueblo la fidelidad de Dios y luego creó una nueva estrategia de trabajo.

 

Recordando la fidelidad de Dios

 Nehemías 4:14 NVI

«¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas, y por sus esposas y sus hogares.»

 

Mientras que el pueblo se regresaba a sus casas frustrado y desanimado, Nehemías fue y le oró a Dios para luego dirigirse a ellos diciéndoles: Esperen un minuto, antes de que se vayan permítanme recordarles que Dios es fiel y nos ha traído hasta aquí haciendo un milagro tras otro. No se rindan, porque Dios siempre termina lo que comienza.

 

Todo el que elija hacer la voluntad de Dios va a tener que pasar en algún momento por las burlas e incluso las amenazas de otros. Puede que no sea una amenaza de vida o muerte, como en el caso de Nehemías y el pueblo de Israel; puede ser que la amenaza se trate de perder una posición, una relación o un trato con alguien. Cuando esto suceda, necesitas recordar y hacerte la siguiente pregunta, ¿se puede confiar en Dios? Porque la pregunta no es si tú cuentas con los talentos o las habilidades necesarios para enfrentar la situación. La pregunta es si puedes confiar en Dios a pesar de que tú no tengas los talento ni las habilidades necesarios para enfrentar la situación. Confiar en Dios puede ser difícil, pero no es complicado. Comienza con hacer memoria de la fidelidad de Dios en el pasado, la cual te dará la fe que necesitas para seguir adelante cuando se presente la circunstancia adversa. Sólo necesitas hacer lo que tú puedes y luego confiar en Dios para que Él haga lo que sólo Él puede hacer. Para Nehemías y el pueblo confiar en Dios significaba ponerse a trabajar de nuevo a pesar de las amenazas. Cuando recordaron la fidelidad de Dios eso mismo fue lo que hicieron.

 

Padre Celestial necesito recordar tu fidelidad cuando vengan a mí las burlas y las amenazas, he decidido ser obediente a ti a pesar del costo que eso represente y lo único que me va a ayudar a no desenfocarme y seguir con la obra que has puesto en mis manos es recordando lo fiel que siempre has sido para conmigo y que todo lo que Tú comienzas lo terminas.