Luces De Navidad – Bobby Cruz Jr

 

 

El haber experimentado la oscuridad total para mí fue una experiencia espeluznante. Hace unos años, durante mis visitas a la ciudad de Guatemala un buen amigo nos invitó a mi esposa y a mí a recorrer su hermoso país y en una de nuestras tantas paradas visitamos una cueva. Antes de entrar en la cueva nos dieron unos cascos con una pequeña luz para alumbrar el camino, las encendimos y comenzamos nuestro descenso a la cueva. Tuvimos que inclinarnos y a veces arrodillarnos para poder atravesar espacios pequeños. Después de unos cinco minutos llegamos a un área plana y extensa en donde el guía nos pidió que apagásemos nuestras luces. Esa fue probablemente la primera vez que experimenté lo que es la total oscuridad, recuerdo que coloqué una de mis manos directamente en frente de mis ojos y no pude ver absolutamente nada. De repente sentí una sensación de miedo porque pensé que si no tuviésemos esas luces no hubiéramos tenido manera de salir de allí.

 

No puedo dejar de pensar que el mundo en que vivimos se parece mucho a esa cueva, un lugar muy oscuro del cual muchos no han podido escapar. Sólo mira lo que está sucediendo a través del mundo; los atentados en París, los ataques terroristas en California, cristianos siendo asesinado por sus creencias. El mundo es tan oscuro que lo que antes era bueno ahora se considera malo; ahora los policías son los malos y los criminales son las víctimas, se quiere regular el azúcar y legalizar la marihuana, lo moral es ofensivo y la inmoralidad es la moda, aún el orar a Dios por las víctimas de esos crímenes es causa de burla.

 

Juan 1: 5-13 NVI

La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla. Dios envió a un hombre llamado Juan el Bautista para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio. Juan no era la luz; era sólo un testigo para hablar de la luz. Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo. Vino al mismo mundo que Él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en Él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.

 

Que bueno que es época de Navidad en un mundo lleno de oscuridad. Porque la historia de la Navidad es un recordatorio de que Jesús vino a un mundo lleno de total oscuridad y se convirtió en la luz del mundo. Pero antes de partir Él nos dejó a nosotros la responsabilidad de ser la luz del mundo. El problema es que no podemos producir nuestra propia luz, pero lo que podemos y debemos hacer es reflejar su luz. Así que esta Navidad sería un buen momento para encender la luz de tu casco, sería un buen momento para dejar que tu luz brille para que todos la vean.

 

Amado Jesús la historia de la Navidad no sólo me recuerda que gracias a ti tengo vida eterna y esperanza en un mundo lleno de oscuridad, sino también que tengo la responsabilidad de reflejar tu luz en este mundo porque esa fue la gran comisión que nos dejaste. Ayúdame a que todos los que me rodean vean tu luz en mí.

 

Feliz Navidad!