100 Millas

 

 

Jueves 12 de enero

 

En nuestras vidas tendemos a olvidamos de la fidelidad de Dios en nuestro pasado; el precio incalculable que Él pagó por nosotros en la cruz, tendemos a huir de Jesús en lugar de correr hacia Él. Porque cuando nos olvidamos de la fidelidad de Dios y cuando enfrentamos situaciones difíciles, nuestra tendencia es movernos de donde Dios nos ha colocado a lugares que Él nunca quiso que fuéramos. Esto es exactamente lo que le sucedió al Profeta Elías, un hombre que Dios le había demostrado su bondad y fidelidad. En una ocasión, mientras Israel estaba sufriendo una sequía devastadora, Dios condujo a Elías a un arroyo para que bebiera agua y luego dirigió a unos cuervos para que le llevasen comida. Cuando el arroyo se secó por falta de lluvia, dispuso a una viuda que le proveyera comida. La viuda vivía con su hijo y apenas tenían suficiente comida para ellos. Tenía sólo un puñado de harina y un poco de aceite de oliva. Pero Dios hizo que la harina y el aceite de oliva se repusieran continuamente. Unos meses después el rey Acab de Israel mandó a buscar a Elías para matarlo, porque lo culpaba por la sequía que había estado atravesando Israel durante tres años. Elías salió al encuentro del rey Acab y de 850 profetas paganos que el rey había instalado en Israel y Dios le dio una gran victoria a Elías, todos los sacerdotes murieron y sólo el rey Acab se salvó de la muerte. Cuando el rey Acab regresó al palacio y le contó a su esposa Jezabel lo que había sucedido, ella juró que mataría a Elías en 24 horas. Cuando Elías se enteró de la amenaza de Jezabel se asustó muchísimo y viajó unas 100 millas huyendo de Jezabel. Entonces Dios se le apareció a Elías y le preguntó: ¿Qué haces aquí?

 

Esta es la misma pregunta que muchas veces Dios nos hace a nosotros, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Qué haces metido en esta relación? ¿Qué haces huyendo de tu familia? ¿Cómo llegaste a donde estás financieramente? ¿Espiritualmente? ¿Es que cuando miraste hacia el futuro sentiste miedo?¿Es por eso que estás a 100 millas de donde deberías de estar? ¿Sera que se te olvidó mi fidelidad por ti?

 

1 Reyes 19: 15-16 NVI

El Señor le dijo: —Regresa por el mismo camino, y ve al desierto de Damasco. Cuando llegues allá, unge a Jazael como rey de Siria, y a Jehú hijo de Nimsi como rey de Israel; unge también a Eliseo hijo de Safat, de Abel Mejolá, para que te suceda como profeta.

 

Es como que Dios le estaba diciendo a Elías, aunque no te percataste, mientras estabas huyendo de Jezabel Yo aún estaba obrando. Mientas huías Yo estaba seleccionando el rey que remplazaría a Acab. Y ya Acab no será más el rey de Israel y Jezabel su esposa ya no tendrá poder alguno. Elías ¿qué estás haciendo aquí a 100 millas de donde deberías estar cuando todavía queda mucho por hacer?

 

Padre Celestial sé que mi tendencia es olvidar lo fiel y misericordioso que has sido conmigo y en momentos de gran tensión, donde siento temor, huyo a 100 millas de distancia de donde Tú me quieres para poder cumplir tus planes a través de mí. Ayúdame a permanecer en el lugar que Tú quieres, porque sé que todavía hay mucho trabajo por hacer para llevar a otras personas a una relación creciente con Jesús.