Recuerda el Amor

 

 

 

Lunes, 15 de enero

 

Les escribo para recordarles, queridos amigos, que nos amemos unos a otros.                                                   

2 Juan 1:5 NTV

 

No tiene sentido que me digas que me amas, aunque lo jures en una Biblia, me compres regalos y hables bien de mí, si maltratas o lastimas a uno de mis hijos. La verdad es que no hay manera de compensar ese comportamiento. Lo contrario también es cierto, no hay nada que me honre más que el que ames y respetes a mis hijos.

 

Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.

– Jesús (Juan 15:12 NVI)

 

En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

– Gálatas 5: 6 NVI

 

En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.

– Gálatas 5:14 NVI

 

En el Nuevo Testamento, el amor a Dios no se demostraba a través de la asistencia a la iglesia, o cuan duro trabajaba una persona, o cuanto perseveraba, y ni siquiera a través de la disposición de sufrir por Cristo. El amor a Dios se demostraba a través del amor por los demás.

 

Antes de pensar que esto es una versión simplista y diluida del cristianismo, recuerda que cuando Dios decidió amarnos, le costó a su Hijo. Recuerda que cuando Jesús decidió amarnos, le costó Su vida. Recuerden que el seguir a Jesús se trata de amarnos los unos a los otros como El nos amó. Por lo tanto, esto no es una versión simplista del cristianismo sino más bien el cumplimiento del mismo.

 

Ahora, Imagínate lo diferente que sería el mundo si sólo aquellos de nosotros que nos llamamos seguidores de Jesús nos amásemos los unos a los otros de la misma manera que Él nos ha amado. Imagínate amar a tu pareja, padres, hijos, hermanos y hermanas, amigos y enemigos, no como se merecen ser amados, sino más bien de la manera que Jesús nos amó. La verdad es que no tiene sentido decirle a Dios que lo amamos si no estamos dispuestos a amarnos los unos a los otros.

 

“Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.

– Mateo 25:40 NVI

 

Padre Celestial gracias por amarme tanto que fuiste capaz de entregar a tu propio Hijo por amor a mí, gracias por enseñarme el verdadero amor, ese amor que me enseña a no esperar nada a cambio, sino que por lo contrario, me hace estar dispuesto a siempre dar y poner a los demás como más importantes que yo.