Anclado II

 

 

 

Martes, febrero 07

 

Anclándote

 

Estás sobre reaccionando, pero sólo por esta vez; Es solo un trago, solo nos vamos a tomar un café; necesito un break. Mientras más pasa el tiempo, más propenso estás de ser arrastrado por la corriente; arrastrado en tus relaciones, en tus finanzas, moralmente, espiritualmente y en todas y cada una de las áreas de tu vida. Un día te despiertas y te das cuenta de cuán lejos tu vida se ha desviado de lo que un día fue tu visión. Un matrimonio roto no era tu plan, estar endeudado no era parte de tu estrategia, sentirte solo, deprimido y distante de Dios no eran parte de tu meta. Tal vez algunos están pensando, gracias a Dios que esto no me ha sucedido a mí. Pero si no anclas tu vida, con el tiempo te harás la misma pregunta que se hacen todas las personas que han sido arrastradas por la corriente, ¿cómo llegué aquí? El desviarse del curso siempre comienza con un pensamiento, que eventualmente te lleva a dar un pasito en la dirección equivocada. Y cuando te despiertas al día siguiente te das cuenta de que no hubieron grandes consecuencias, que la vida sigue igual. Así que ese pensamiento que eventualmente te llevó a tomar el paso luego se convierte en tu comportamiento normal y cuando esto sucede un día te despertarás y te preguntarás, ¿cómo llegué aquí?

 

Lo que toda persona debería comprender es que constantemente estamos siendo halados por la corriente de este mundo y todo lo que necesitas es tomar un pequeño paso en la dirección equivocada para iniciar el proceso de ser arrastrado. Como seguidores de Jesús, ese primer paso en la dirección equivocada es siempre la desobediencia a Dios. Desobediencia que comenzó con un pensamiento, luego con un acto y finalmente se hicieron fuertes y fundamentados. El engaño es creer que si levantamos el ancla para aliviar la presión (sólo por esta vez) la corriente va a disminuir.

 

Las leyes del ancla

 

  1. El lugar donde decides anclarte es donde más vas a sentir la presión

 

Dondequiera que decidas establecer la línea; en el área que decides decir “no” es donde más vas a sentir la presión. Ahí es donde más va a luchar la corriente en contra de ti.

 

  1. Mientras más río abajo te dejes llevar, más fuerte será la corriente

 

Cada vez que decidas levantar tu ancla la corriente te arrastrará río abajo, donde la presión es aún más fuerte. Cuando piensas, es sólo esta vez, sólo quiero aliviar la presión, recuerda que una vez que levantes tu ancla vas a ser arrastrado río abajo en donde la corriente es más fuerte. Y si sigues levantando tu ancla eventualmente la corriente se volverá tan fuerte que ya no podrás anclarte. Ahí es cuando perderás el control y la corriente terminará arrastrándote.

 

1 Reyes 2: 3 NLT

 

Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas.

 

La paz, la felicidad y el poder para luchar en contra de la corriente es el resultado de anclar tu vida en Jesucristo. La obediencia a las leyes de Dios es el refugio para todos los desafíos que la vida te presenten. Pero si en este momento te sientes fuera de control, si te sientes que estás siendo arrastrado por la corriente, el arrepentimiento es tu primer paso y la obediencia a Dios es tu ancla.

 

Padre Celestial te pido perdón por las veces que me he dejado arrastrar por la corriente al levantar mi ancla que me mantiene seguro y prosperando en todo lo que hago, y esa ancla eres Tú amado Jesús, dame la fortaleza que necesito para ser obediente a ti y seguir la senda que has marcado para mí, sólo así me mantendré anclado y seguro bajo tu refugio cuando la corriente del mundo me quiera arrastrar río abajo.