Amor 5

 

 

 

La mayoría de las personas se forman un concepto del amor a través de la cultura. Piensan que el amor es esa poderosa emoción que enloquece en un instante. El problema es que en la cultura el amor se compone de imágenes y palabras poco realistas que se han creado con el fin de entretener, pero cuando esta imagen de amor no nos funciona el resultado es todo tipo de emociones negativas incluyendo las depresiones.

 

En nuestra cultura la tendencia es amar a los que nos aman o a los que nos brindan algún beneficio. Pero entonces viene Jesús y nos dice que se supone que amemos a las demás personas de la manera en la que Él nos ama y que tratemos a los demás como Él nos ha tratado. Jesús incluso nos dice que se supone que amemos a los que nos maltratan, incluyendo a nuestros enemigos. Si somos honestos, nos gusta más amar como nos dice la cultura que como nos dice Dios. La verdad es que cuando comparamos el amor de esta cultura con el de Dios, el amor de la cultura es más realista que el de Dios que parece un amor imposible.

 

Al leer esto quizás estés pensando, ¿estás diciendo que Dios quiere que yo ame a los que no me aman? ¿que Dios quiere que yo ame a los que me han maltratado? Eso me parece injusto y más que injusto me parece imposible de que pueda lograrlo.

 

Puede que hasta te sientas culpable al incitarte a amar como Jesús nos manda. Sin embargo te podría recordar que Dios nunca te ha tratado de la manera que tú lo has tratado a Él. Podría decirte que por salvarte a ti colocó a su hijo Jesús en la cruz, cuando aún eras su enemigo. Pero el hecho es que la clase de amor que Dios requiere de ti y de mí no es algo que nosotros tenemos la habilidad de ofrecer. La buena noticia es que Dios sabe que este amor va más allá de nuestras habilidades. Por lo tanto, Dios en lugar de excusar nuestra incapacidad de amar más bien nos va a conceder el don de poder hacerlo a través del poder del Espíritu Santo.

 

Gálatas 5:22 NVI

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor…

 

Nota que el versículo que acabas de leer dice que es el Espíritu Santo quien produce ese amor en ti. Esto quizás sea un amor sobrenatural e irreal pero no imposible. Porque está disponible para los que mantienen sus vidas llenas del Espíritu Santo a través de la oración y la búsqueda de Dios como individuos y como iglesia, por esto no podemos descuidar el congregarnos. Es a través del poder del amor que Dios nos ha salvado, es a través de ese poder sobrenatural del amor que hombres y mujeres han hecho cosas imposibles. Recuerdo hace unos años atrás estaba leyendo sobre el asesinato violento de la hija del evangelista Yiye Ávila, una joven que había sido apuñalada por su propio marido. Y el pastor Ávila, un hombre lleno del Espíritu de Dios, llegó hasta la cárcel para ver al hombre que había asesinado a su hija para perdonarlo. Eso es amor sobrenatural. No podemos producir este tipo de amor por nuestra cuenta porque no es natural, pero sí es posible producirlo a través del Espíritu Santo obrando en nosotros.

 

Nuestra habilidad de amar de la manera que Jesús nos manda a amar no es el resultado de nuestras buenas intenciones, sino es el resultado del poder del Espíritu Santo operando a través de las vidas de aquellas personas que se mantienen conectadas a Dios.

 

Padre Celestial es sólo a través de tu Espíritu Santo que puedo amar como tú me amas a mí, por mi cuenta es sencillamente imposible. Ayúdame a mantenerme conectado a ti para que el brindar ese amor sobrenatural a los demás sea mi estilo de vida.