Buscando Ser Feliz

 

 

 

Jueves, 09 de marzo

 

Con todo el liberalismo, las religiones, los psiquiatras, los psicólogos, los terapistas y los medicamentos que existen hoy día pensaríamos que la gente se siente feliz. Nuestra generación tiene mucho más que la generación anterior, sin embargo, no podemos encontrar una felicidad consistente y verdadera, no importa cuanto lo intentemos. Esto probablemente se deba a que estamos buscándola en diferentes lugares, personas y cosas. Pero la felicidad consistente sólo puede venir de arriba y sólo hay una fuente comprobada de felicidad. Un estudio reciente del Pew Research Center concluyó que las personas que buscan a Dios a diario a través de la oración y quienes semanalmente asisten a una la iglesia son mucho más felices que aquellos que buscan la felicidad en cualquier otro lugar.

 

Si la felicidad es tu meta, nunca serás verdaderamente feliz, al menos no si piensas que la puedes encontrar en este mundo. La verdadera felicidad es algo que sólo Dios puede producir en ti. El problema es que no basta con creer en Dios, también necesitas buscarlo. En el libro de los Salmos el rey David escribió: El Señor mira desde los cielos a toda la raza humana; observa para ver si hay alguien realmente sabio que busque a Dios. (Salmo 14: 2) La verdadera felicidad viene cuando nosotros como creyentes nos dedicamos a buscar a Dios. Nunca es suficiente creer en Dios, la felicidad se encuentra cuando nos dedicamos continuamente a buscarlo.

 

En la búsqueda de la felicidad muchas personas e incluso muchos creyentes creen erróneamente que van a encontrar la felicidad en un destino o un logro. Solo tenemos que analizar la manera en que oramos, constantemente le estamos pidiendo a Dios que nos ayude a llegar a algún lugar o que nos ayude a adquirir o lograr algo. Pero lo que muchos han descubierto es que la felicidad que se encuentra en un destino y/o logros es temporal y eventualmente desaparece. La verdadera felicidad se encuentra cuando nos damos cuenta de que nada o nadie más que Dios puede hacernos completamente felices.

 

 Mateo 5: 4 NBH

 

“¡Felices los que lloran, pues ellos serán consolados!”

 

Padre Celestial tú me haces muy feliz, jamás conocí la felicidad hasta que te conocí a ti, porque sólo Tú fuiste capaz de llenar el vacío que había en mí y que trataba de llenarlo con otras cosas que me daban satisfacción temporal. Gracias por amarme tanto y por ser un Padre tan tierno, amoroso y protector, gracias por consolarme a través de tu gran amor.