Ayudando a otros

 

Martes, 2 de mayo

 

Desafortunadamente nadie es perfecto, tan pronto como nacemos comenzamos a desarrollar malos hábitos y defectos de carácter. Lamentablemente vamos a herir y vamos a ser heridos por otras personas. Pero gracias a Dios que Él quiere, si se lo permitimos, utilizar nuestras heridas y defectos para ayudar a otras personas.

 

¿Por qué Dios permite que nos sucedan cosas malas?

 

Nunca fue la intención de Dios que nos sucedieran cosas malas, siempre ha sido su intención que tengamos una relación basada en el amor con Él. Pero para que haya un amor genuino, ambas partes tienen que escoger amarse voluntariamente. Así que cuando Dios nos creó nos dio el libre albedrío para que voluntariamente elijamos amarlo. Sin embargo nosotros usamos nuestro libre albedrío para explorar el lado pecaminoso de la vida y desafortunadamente una vez que el pecado entró, con él llegaron los complejos, los malos hábitos y mucho dolor. No obstante, porque Dios nos ama y desea que seamos felices Él quiere utilizar nuestras malas experiencias y comportamientos para ayudar a otras personas.

 

Dios usa nuestras experiencias negativas para:

 

  1. Captar nuestra atención.

 

Los golpes y las heridas curan la maldad. – Proverbios 20:30 TEV

 

  1. Causar que dependamos de Él.

 

Cuando la vida es buena tendemos a olvidarnos de Dios, pero cuando nuestras vidas se están cayendo a pedazos tendemos a mirar hacia Dios aunque sea para quejarnos. Incluso aquellos que caminan lejos de Dios miran para el cielo cuando están pasando por dificultades. En mi vida, las experiencias negativas son un constante recordatorio de cómo necesito depender totalmente de la gracia y el amor de mi Padre Celestial.

 

  1. Dios quiere usar nuestras experiencias negativas para hacernos felices.

 

Un paso importante en la elección de la felicidad es permitir que Dios use nuestras experiencias negativas para ayudar a los demás. No fuimos creados para ser egoístas, fuimos creados para amar y ser amados. Pero el amor es un verbo que requiere una acción desinteresada. Y Dios ha curado o consolado a cada uno de nosotros en diferentes áreas de nuestras vidas para que podamos compartir esta historia con otros. Pocas cosas nos pueden causar más felicidad que ver a Dios usar nuestras experiencias negativas para bendecir y ayudar a otros.

 

[Dios] quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. – 2 Corintios 1: 4 NVI

 

Padre Celestial Tú me enseñas el verdadero amor, ese amor desinteresando, que no es egoísta y se preocupa por el bienestar de otros, conozco ese amor porque Tú me amas de esa manera, gracias porque me has sanado y consolado tantas veces en mi vida y lo sigues haciendo, tu amor es constante, nunca falla. Te pido que me ayudes a utilizar mis experiencias negativas para bendecir la vida de otras personas y ayudarlas. Es un privilegio ser un instrumento de tu gran amor.

 

Para Boletos Completamente GRATIS: nickycruz.eventbrite.com