El Hijo de Dios preparación para una vida adulta

Viernes, 14 de marzo

Hace unos años, mi padre escribió una canción titulada “Don Fulano”. La letra de esta canción se trataba de un joven de origen humilde diciendo que cuando fuera grande iba a ser alguien. Veo esta canción como una imagen universal de cómo es nuestra cultura. Todo el mundo quiere ser el alguien en la vida. Y la forma en que determinamos si te has convertido en alguien depende casi exclusivamente de qué título, posición y estatus financiero has logrado. Por eso es que hemos creado un sistema completo con el fin de preparar a nuestros niños para una vida adulta basada casi exclusivamente en sus logros. Hablamos de la importancia de estudiar y trabajar duro para ser alguien en la vida. No me malinterpreten, no estoy en contra de los logros, sin embargo creo que es más importante en quién te estás convirtiendo que lo que estás logrando.

Sabemos muy poco acerca de la infancia de Jesús, pero lo que sí sabemos es que la manera en que Él se preparó para la vida adulta era muy diferente a la manera en que los niños se preparan en nuestra cultura. El enfoque principal de Jesús era en quién Él se estaba convirtiendo, en vez de lo que estaba logrando. Veamos lo que para Jesús era el enfoque principal en su preparación como adulto:

1 . Sabiduría, Jesús crecía en conocimiento. Como dijimos en la lectura de ayer, Jesús pasó tiempo preguntando y escuchando. No para alcanzar logros, sino para descubrir quién debería ser Él cuando llegara a ser un adulto.

2 . Estatura, Jesús creció físicamente. Él no sólo cuidó su salud mental, sino que también se preocupó por su bienestar físico.

3 . En gracia con Dios, Jesús crecía espiritualmente. La manera de crecer en gracia para con Dios no es a través de los logros, sino manteniendo una relación constante con tu Padre Celestial.

4 . En gracia con los hombres, Jesús creció socialmente. A la gente le encantaba estar con Jesús y a Él también le encantaba estar con la gente. Jesús tenía un enfoque social muy sencillo, Él simplemente aceptaba a las personas tal cual eran.

Como dije anteriormente, no es que estoy en contra de los logros, yo sólo creo que nuestros logros deben ser el resultado de en quién nos estamos convirtiendo. Y no lo contrario, que no sea en quienes nos estamos convirtiendo el resultado de lo que estamos logrando. Ninguna otra persona en la historia puede alcanzar más logros que Jesús, pero lo que logró fue el resultado de quien Él era. Como adultos, creo que todos podemos aprender mucho de Jesús en cuanto a cómo se preparó para su vida adulta. Vamos a centrarnos en quienes nos estamos convirtiendo y dejemos que nuestros logros sean un resultado de esto.

Lectura de la Biblia
Lucas 2:52

Y Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres.


Padre Celestial Tú siempre nos muestras la verdad, gracias por enseñarme que lo importante es en quién me estoy convirtiendo y no lo que tengo que lograr para ser alguien en la vida. Ayúdame a que mis logros sean el resultado de quién soy en mi vida adulta como cristiano.