Ahora sí te puedo oír

 

 

 

 

Lunes 12 de junio de 2018

 

 

Tu vida es la suma total de tus decisiones. Tus decisiones son como caminos, tienen un principio y un final; comienzan en algún lugar pero luego terminan en otro. Por lo tanto, tu futuro será el resultado de las decisiones que decidas tomar hoy. Ahora, imagínate comenzar un negocio y poder obtener el asesoramiento de los mejores empresarios del mundo. Imagínate que tuvieses un problema de salud y pudieras consultar a los doctores más destacados de todos los tiempos. Ahora, imagínate tener a tu disposición a las personas más brillantes del mundo para consultar con ellos cualquier área de tu vida, ¿cuántas decisiones malas tomarías? Esto es precisamente lo que Dios te ofrece, una invitación a consultar Su sabiduría eterna para todas tus decisiones. Entendiendo que Dios sabe el final de cada una de tus decisiones, Él sabe cuáles son malas para ti, cuales son buenas para ti y cuales son las mejores para ti.

 

Desde el momento en que nos despertamos hasta la hora que nos acostamos, nuestras vidas tendrán que enfrentar todo tipo de decisiones. Algunas simples y rutinarias y otras complicadas e inesperadas. Algunas de menor importancia y otras más urgentes e importantes. Pero todas nuestras decisiones, grandes o pequeñas, impactarán nuestro futuro para bien o para mal. Nadie entendía esta dinámica mejor que Jesús. Imagínate la importancia y el significado de Sus decisiones. Su misión era rescatar a toda la humanidad pasada, presente y futura y en solo tres años. Literalmente llevaba el peso del mundo sobre sus hombros. Sin embargo, nunca subestimó pasar tiempo a solas para hablar y escuchar a Dios.

 

 Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a Él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar.– Lucas 5: 15-16 NVI.

 

La lección:

 

  1. Prioridad

 

Si quieres escuchar la voz de Dios debes priorizar pasar tiempo a solas con Él. La vida siempre está cargada de muchas ocupaciones, habrá diversiones y oportunidades, habrá emergencias y urgencias, pero nada en tu vida debería ser más importante que pasar tiempo a solas con Dios. No importando lo que sucediese Jesús priorizaba el retirarse a lugares solitarios para pasar tiempo con Dios.

 

  1. Persistencia

 

Para Jesús el pasar tiempo a solas con Dios no era algo que hacía de vez en cuando, era algo que solía hacer. Al leer los evangelios, descubrirás que Jesús era persistente en cuanto al hábito de retirarse a lugares solitarios, cuando las cosas marchaban bien o cuando marchaban mal.

 

  1. Retirarse

 

La dedicación requiere separación, escuchar a Dios requerirá temporalmente separar tus oídos y atención de todas las demás cosas y personas. El tiempo y el lugar favoritos de Dios para hablarnos es el momento y el lugar en el que podemos darle toda nuestra atención. Sí, Jesús a menudo se retira a lugares solitarios.

 

Padre Celestial sé que mi vida es la consecuencia de las decisiones que tomo cada día, y la mejor decisión que puedo tomar es separarme diariamente a pasar tiempo a solas contigo, donde no tenga ninguna distracción y la única voz sea la tuya. Al tomar esta decisión todo el rumbo de mi vida será hacia el éxito, porque Tú eres el único que sabe lo que es mejor para mí y voy a cosechar para mi bienestar de cada minuto que pasamos juntos en nuestro lugar solitario.