Ricos en felicidad

 

Cuando yo era niño recuerdo que cantábamos un simple corito que decía: “Sólo Dios hace al hombre feliz, la vida es nada, todo se acaba, sólo Dios hace al hombre feliz”. Creo que para la mayoría de las personas hoy en día ese corito en realidad sonaría como algo así: “Sólo el dinero hace al hombre feliz, la vida es nada todo se acaba, sólo el dinero hace al hombre feliz”. De hecho, llegué a ver una calcomanía que decía “El que muere con más juguetes gana”.

Hoy en día es imposible ver la televisión sin ser bombardeado por un montón de anunciantes que te dicen que si compras este u otro producto vas a ser más feliz. Inclusive he visto a algunos anunciantes decir que su producto nos va a salvar la vida si lo compramos. El problema es que la búsqueda de las posesiones materiales nunca nos podrá hacer realmente felices. Puede que nos de un poco de felicidad temporal, pero el hecho es que investigaciones recientes demuestran que la felicidad alcanzada por la compra de un nuevo producto rara vez dura más de unos pocos días. Los investigadores aún tienen una frase para este acontecimiento temporal y se llama “terapia de compras”.

Lucas 12:15 TLB
Luego miró Jesús a los que estaban allí, y les dijo: «¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz.»

Yo creo que si Jesús fuera a hablar estas palabras en la sociedad actual sería considerado un tonto. El hecho es que tanto para los políticos como para los religiosos de nuestra sociedad la felicidad está directamente relacionada con qué tan ricos somos, o por lo menos esto es lo que parece. Los políticos nos dicen que si votamos por ellos mejorarán nuestras finanzas, así que votamos por ellos. Los predicadores nos dicen que si asistimos a sus iglesias Dios nos va a enriquecer, así que vamos a sus iglesias. Pero la verdad sigue y seguirá siendo que “sólo Dios hace al hombre feliz”. Porque la felicidad nunca ha estado ni estará sujeta a las riquezas, porque siempre ha estado y seguirá sujeta a una relación con Dios.

Lucas 12:21 NVI
»Así es, el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios es un necio».

Así de simple.

Padre Celestial sólo tu puedes hacerme feliz, ningunas de las posesiones de este mundo, por muy tentadoras que se vean, van a llenar el vacío de mi corazón que sólo tú puedes llenar, porque sólo a través de mi relación contigo es que voy a alcanzar la verdadera felicidad.