Mi mejor esfuerzo

 

 

 

Viernes 22 de junio de 2018. 

 

 

Enfrentémoslo, habrá situaciones en nuestras vidas en las que nuestro mejor esfuerzo no será suficiente para sobrepasar la situación. Y no es que no quieras lidiar con la situación, el problema es que la situación es mucho más grande que tus talentos, habilidades, conocimientos y recursos. Entonces, ¿qué haces cuando tu mejor esfuerzo no es suficiente? No hacer nada te garantizará el fracaso. Pero, ¿qué sucede cuando sientes un deseo en ti de convertirte en la persona correcta o hacer lo correcto, pero sabes que está completamente fuera de tu alcance?

 

Dios es un experto en ponernos en situaciones imposibles. Llamó a Gedeón para luchar contra un ejército de 135,000 hombres bien entrenados y equipados con solo 300 hombres sin entrenamiento o armas de guerra. Llamó a Nehemías, un joven judío exiliado en Persia y copero del rey para reconstruir los muros de Jerusalén que habían sido derribados unos 70 años antes. Ten en cuenta que Nehemías nunca había estado en Jerusalén y no tenía ni el conocimiento ni los recursos para reconstruir las murallas de la ciudad. Llamó a Moisés un ex-príncipe egipcio ahora anciano y pastor de ovejas para liberar al pueblo de Israel que había sido esclavizado en Egipto durante 400 años. Todos ellos fueron colocados en situaciones en las que lo mejor de ellos no era suficiente, pero terminaron triunfantes de todos modos.

 

Estoy convencido de que Dios no te ha llamado para ir a la guerra contra un ejército formidable o para reconstruir los muros de una ciudad entera o incluso para liberar a una nación esclavizada por cuatrocientos años. Pero sí estoy seguro de que Dios te ha llamado para que seas parte de lo que Él presentemente está haciendo en el mundo. Estoy seguro de que te ha llamado para convertirte en la persona correcta. Estoy seguro de que Él te ha llamado para participar en lo que tu iglesia local está haciendo. Estoy seguro de que te ha llamado para guiar a personas a Jesús. Y también estoy seguro de que sea lo que sea que Dios te ha llamado hacer, lo mejor que puedas ofrecerle no será suficiente para la obra.

 

Entonces, ¿qué se hace cuando lo mejor de ti no es suficiente? Cuándo Dios llamó a Moisés para convertirse en el libertador del pueblo esclavizado en Egipto le hizo una pregunta muy sencilla: “¿Qué tienes en la mano?” “Una vara” respondió Moisés. “Tírala al suelo” le dijo Dios. Y cuando Moisés tiró su vara al suelo cobró vida, pero cuando la recogía se convertía en un pedazo de madera sin vida. La vara representaba lo mejor de Moisés, representaba; su identidadcomo pastor de ovejas, la influenciaque tenía sobre las ovejas y el ingresoque ganaba atendiendo al rebaño. Es obvio que la identidad, la influencia y los ingresos de Moisés no iban a ser suficientes para el llamado tan grande que Dios le había hecho, pero aquí está la clave: si le damos a Dios nuestra parte Dios hará el resto poniendo Él su parte.

 

Para los hombres es imposible” aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, “mas para Dios todo es posible.” – Mateo 19:26.

 

En todas tus situaciones; en tu familia, en tus finanzas, con tu salud y en cualquier cosa que sientas que Dios te esté llamando a hacer, no importa cuán imposible lo veas. Dale lo mejor que tengas a Dios, luego siéntate y observa cómo hace Él resto.

 

Padre amado te doy todo lo que tengo convencido de que voy a ver cómo tú haces lo imposible posible. Eso es lo grandioso de servirte a ti, que siempre te llevas la gloria y yo la bendición con sólo rendirte mi parte para que tú pongas todo lo que a mí me falta. Por mis propias fuerzas no puedo hacer nada, pero todo lo puedo en Cristo que me fortalece.