¿Integridad o Comodidad?

 

 

 

Lunes, 13 de agosto de 2018

 

En un estudio reenviado y conducido por la Asociación Americana de Psicología, aproximadamente el 75% de los participantes admitieron estar estresado en cuanto a sus finanzas. Una tercera parte señaló que su falta de dinero les impedía vivir un estilo de vida saludable. La triste realidad es que muchos otros estudios han relacionado los problemas financieros a la obesidad, el envejecimiento prematuro y un índice de mortalidad más alto en comparación con las personas que sufren de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Entonces, ¿por qué nos preocupamos tanto por el dinero?

 

La mayoría de las personas creen que la solución a su estrés es tener más dinero. Lo interesante es que mientras más dinero tienes más se preocupan. En el libro de Eclesiastés capítulo 5 Salomón escribió: “Mientras más tengas, más se te acercarán personas para ayudarte a gastarlo”. Salomón estaba en lo cierto; tienes más dinero y ahora las compañías de tarjetas de crédito, las compañías hipotecarias y las compañías de préstamos para automóviles van a querer ayudarte a gastar tu dinero. Tienes más dinero, ahora las compañías de teléfonos celulares, las compañías de cable y los proveedores de Internet quieren ayudarte a gastar tu dinero. Luego están los de la industria del entretenimiento, de la belleza y de la autoayuda, que también quieren ayudarte a consumir tu dinero. Y ni siquiera hablemos de los amigos y familiares. La verdad es que mientras más ganes más compromisos financieros tendrás y el resultado es que tienes cada vez más y más preocupaciones y más y más estrés.

 

Mateo 6: 24-34

versículos claves 33-34

Busquen el reino de Dios[e] por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. »Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.

 

Jesús habló estas palabras a un grupo de hombres y mujeres hebreos que literalmente estaban preocupados por sus vidas. En aquel tiempo estaban viviendo bajo la mano opresora del Imperio Romano, y se estresaban pensando en qué iban a comer, dónde vamos a vivir y con qué iban a vestir. Para muchos hoy en día las preocupaciones siguen siendo las mismas; se trata de la casa, el auto, la última moda, la escuela de los niños, el último artefacto electrónico y la lista sigue y sigue. Sin embargo, Jesús nos diría que ninguna de estas cosas deberían ser nuestra preocupación principal.

 

La triste realidad es que para la mayoría de los creyentes su preocupación principal es de carácter financiero, las iglesias están llenas de gente preocupada por las finanzas y la prosperidad. No es que haya nada malo con eso, excepto que Jesús nos dice que no nos deberíamos preocupar por esas cosas. No deberíamos preocuparnos por lo que tenemos y lo que logramos, sino más bien deberíamos concentrarnos en su reino, lo que estamos haciendo y en su justicia, en quienes nos estamos convirtiendo. Y su promesa es que Él añadirá todas las cosas que por las cuales nos preocupamos tanto. Por eso el preocuparse por el dinero y los logros no vale la pena. Pero el ocuparse de hacer lo correcto y convertirse en la persona correcta definitivamente vale la pena.

 

Padre Celestial ayúdame a poner primeramente tu reino y justicia ante que todo lo demás, ayúdame a no servir al dinero, que yo no me vea tentado a preocuparme por lo que Tú me mandas a no hacerlo, qué voy a comer, qué voy a vestir o adónde voy a vivir, porque Tú te ocupas de todas esas cosas cuando yo decido ponerte a ti primero. Gracias porque siempre me enseñas lo que de verdad vale la pena para mi vida, te amo y te alabo amado Padre.