Piensa Diferente

 

 

Jueves, 30 de agosto de 2018 

 

Porque cuales son sus pensamientos íntimos, tal es él.

– Proverbios 23: 7 RV1995

 

Nuestra manera de pensar directamente determina nuestra manera de actuar y reaccionar. La manera en nos conducimos en todas las áreas de nuestras vidas está directamente conectada con nuestra manera de pensar. Lo que pensamos en cuanto a las finanzas directamente impacta la manera en la que nos conducimos financieramente. Si te fijas en la mayoría de las personas que tuvieron que atravesar la gran depresión, éstas se convirtieron en personas muy cautelosas con su dinero, sólo compraban lo esencial y preferían ahorrar lo más que pudieran. Por el contrario, las personas que vivieron durante el período de prosperidad de los 80 y 90, tendían a utilizar su dinero para disfrutarlo y darse lujos y si no lo tenían lo tomaban prestado o lo ponían en una tarjeta de crédito. La manera en que pensaban en cuanto al dinero directamente influenció la forma en que se condujeron financieramente. Y lo mismo ocurre en nuestras vidas; lo que pensamos en cuanto al matrimonio, el sexo, la familia, el trabajo, la iglesia y todas las demás áreas de nuestras vidas, determinan la manera en que nos vamos a conducir en esta vida.

 

En el devocional de ayer descubrimos que Dios está más comprometido en trabajar el carácter de Cristo dentro de nosotros que lo que está en trabajar en las circunstancias externas que rodean nuestras vidas. Nosotros estamos más preocupados por tener una casa, la marca de ropa nos vestimos, el auto manejamos y cuánto dinero tenemos. Sin embargo para Dios lo que es más importante es en quienes nos estamos convirtiendo. Nuestra prioridad es tener, mientras que la prioridad de Dios es que tengamos el carácter de Cristo. Oramos, Dios dame una casa, un auto nuevo, un mejor trabajo y por favor cambia a mi esposo, esposa, hijos, jefe y vecino. Pero Dios prioriza su obra en nosotros, y aunque nosotros estamos preocupados en cosas externas Dios quiere trabajar en renovarnos de adentro hacia fuera.

 

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.

Romanos 12: 2 NVI

 

En este mundo siempre se está sacrificando la integridad por alcanzar y obtener. Vivimos en un mundo que valora lo que se tiene y la posición más que el carácter y la integridad de la persona. Pero desde la perspectiva de Dios, lo único que cuenta es quienes somos, para Él esto es mucho más importante que lo que tenemos. Para Dios su prioridad no es darnos cosas temporeras, sino más bien transformarnos a la imagen de su Hijo Jesús. No es que Él quiere que seamos imitadores de Jesús; Él quiere transformarnos a la imagen de su Hijo. Esto más bien habla del carácter de Jesús. Lo que quiere es renovar nuestra manera de pensar, porque cuando aprendemos a pensar como Él, entonces ya no tenemos que imitarlo, porque el resultado es que actuamos y reaccionamos como Él. La renovación que Dios quiere trabajar en nosotros es cambiar nuestra vieja manera de pensar y darnos una nueva. Dios quiere transformar nuestras vidas de preocuparnos y ocuparnos tanto por tener y lograr a ocuparnos en permitirle hacernos personas de integridad. Dios quiere llevarnos al lugar donde veamos a nuestras familias, amigos y manejemos nuestro tiempo y dinero completamente diferente a como se hace en el mundo actual. Porque si vemos lo que Dios ve entonces actuaremos como El actúa. Una vida transformada es el resultado de una mente renovada, por eso Dios quiere que le permitas transformar tu vida a través de la renovación de tu mente.

 

Padre Celestial transforma mi mente cada día más y más para que puedas darme una nueva manera de pensar, sigue transformándome a la imagen de tu Hijo Jesús por favor Señor, gracias porque Tú no te cansas de hacer el bien para mi vida, ayúdame a ver lo que Tú ves para poder actuar como Tú actúas.