Corriendo La Carrera

Imagínate por un momento a un atleta que está corriendo en una carrera cargando algunos bultos y tropezando porque tiene los cordones de sus tenis enredados alrededor de sus tobillos. Ahora imagínate que este corredor va quejándose de lo difícil y complicado que es correr. ¿Qué le dirías a esa persona? Probablemente algo así: “¿Estás loco? No hay nada difícil o complicado con la carrera, sólo tienes que deshacerte de todos esos bultos y desenredarte los tobillos”. En la Biblia, nuestra vida cristiana se compara con un corredor que va corriendo cargado de bultos y tropezando con los pies enredados, quejándose de lo difícil que es correr la carrera. En otras palabras, quejándose de lo difícil que es ser un cristiano y confiar en Dios.

Hebreos 12: 1 NTV

Quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar.

En nuestras vidas habrá días en que nos vamos a quejar de cuan difícil y complicado es el confiar en Dios. Cuando estos días llegan, inmediatamente pensamos que nuestro problema es una de falta de fe, cuando en realidad nuestro problema es el exceso de peso y los pecados que nos enredan y nos hacen tropezar. Así que, en vez de quejarnos de lo difícil que es confiar en Dios, deberíamos hacer dos cosas simples. En primer lugar, identificar las cosas que nos causan sobrepeso y deshacernos de ellas. En segundo lugar, deberíamos identificar y deshacernos de los pecados que nos han enredado y nos hacen tropezar.

Cosas Que Causan Sobrepeso
Los Temores y las Envidias

• Los temores de que por estar en la carrera me estoy perdiendo de algo.
• Los temores ‘Y si” Y si no viene otro. Y si no me dan la posición”…
• Las envidias, todas las cosas que quiero.
• De nuevo las envidias, todas las cosas que pienso que me merezco o debería tener.

Lo Que Nos Enreda
El Pecado

• Las cosas que sé que debo dejar de hacer.
• Las cosas que sé que debo comenzar a hacer.

Como cristiano hay veces que el correr la carrera quizás no sea fácil pero siempre es SIMPLE.

Padre Celestial quiero correr la carrera contigo porque sé que la meta es mi vida eterna, sin embargo sé que tengo que deshacerme del sobrepeso que cargo y del pecado que me enreda los pies para que mi carrera sea más fácil y ligera, ayúdame a identificar esos bultos que no me dejan avanzar.