Perseverancia

 

 

Miercoles 17 de octubre del 2018

 

Permíteme comenzar este día creando un personaje imaginario llamado Pedro. Pero antes de continuar quiero que sepas que si este personaje tiene alguna similitud con cualquier persona viva o fallecida no es sólo pura coincidencia. Pedro es una persona que tiene unas 15-20 libras de sobrepeso y decide comenzar una rutina de ejercicios para bajarlas. Después de tomar su primera sesión de ejercicios en un gimnasio local resuelve pesarse para ver si ya ha bajado y descubre que sigue con el mismo peso. Así que después de una sola sesión concluye que no va a regresar al gimnasio y se marcha quejándose diciendo que los ejercicios no le funcionaron ya que no rebajó ni una sola libra. A lo cual tú y yo estamos pensando: si quieres obtener resultados no es con una sola sesión, necesitas perseverar.

 

Creo que vamos a estar de acuerdo en que siempre es más fácil comenzar algo que terminarlo. Es más fácil comenzar a leer un libro que terminarlo. Es más fácil casarse que mantenerse casado. Es más fácil crear una idea que lograrla. Y podríamos decir lo mismo de nuestra fe, es más fácil adquirir fe que perseverar en la fe. Por ejemplo: Es la persona que te dice: Yo fui cristiano una vez y asistí a la iglesia dos o tres veces pero no me funcionó. El problema es que de la misma manera que ir al gimnasio una o dos veces y querer estar en forma es imposible, de esa misma manera practicar tu fe por dos o tres días no te va a producir los resultados que anhelas. La clave del éxito en cualquier área de tu vida radica no sólo en comenzar algo sino también en perseverar.

 

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. – Mateo 24:13 NVI

 

Imagínate el tiempo que le tomó a Noé construir el arca que Dios le ordenó que construyese para que él y su familia se salvasen, además de una pareja de todas las especies de animales y aves. Los historiadores dicen que le tomó no menos de ochenta años y que pudo haber sido hasta ciento cuarenta años. Imagínate todos los obstáculos, distracciones, retos e interrupciones que tuvo que soportar. Pero al final el haber perseverado le produjo una gran salvación. Muchos creyentes de hoy en día oran y si Dios no les contesta de manera instantánea abandonan su fe. Algunos creyentes deciden poner en práctica los principios bíblicos para llevar un matrimonio y si en una o dos semanas no les funciona se quieren divorciar. Y otros deciden manejar sus finanzas de acuerdo a la Palabra de Dios pero al no prosperar de inmediato deciden abandonar su fe.

 

El andar en los zapatos de Noé significa perseverar, significa soportar todos los obstáculos, distracciones, retos e interrupciones hasta el día de la salvación.

 

Padre Celestial ayúdame a perseverar en lo que me ordenaste que hiciera en cada área de mi vida, ayúdame a enfrentar cada obstáculo, distracción, reto e interrupción sin desmayar, sabiendo que Tú eres fiel y bueno y que deseas cumplir tu plan de salvación en mí a través de mi perseverancia.