Confianza

Confianza
Lunes, 29 de marzo.
El confiar en Dios no es no temer porque cosas malas no van a suceder. El confiar en Dios es no temer aún cuando cosas malas suceden.

¡Oh, la aparente paradoja del cristianismo! Por un lado, Jesús dice que: “Vengan a mí todos los que están cansados y lleven cargas pesadas, y yo les daré descanso.” Mientras que por otro lado Jesús dice: “Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.”

Jesús, el Hijo de Dios, ha sido llevado al desierto para ser tentado por el diablo. Hasta ahora, después de dos rondas, el diablo no había tenido absolutamente ningún éxito, en su desesperación el diablo lanza un golpe bajo, pero calculado. Él le dice a Jesús: “Si eres el Hijo de Dios tírate de aquí y vamos a ver si Dios te protegerá.” ¿Te diste cuenta del énfasis de esta tentación? “Si eres el Hijo de Dios.” En esencia, el diablo estaba diciendo; pongamos a Dios a prueba, vamos a ver si Él realmente se preocupa por ti. ¿Dios no permitiría que algo malo te sucediera? Después de todo tú eres “El Hijo de Dios.”

Me imagino que los pensamientos de Jesús avanzaron hasta la cruz, puedo imaginar a Jesús pensando en el dolor y el sufrimiento que Él tendría que soportar. Pedro lo negaría, Judas lo traicionaría, el resto de los discípulos lo abandonarían, mientras que la multitud gritaría: “¡crucifíquenlo!” durante todo el camino hasta la cruz. Pero a pesar de todo el dolor y sufrimiento, Jesús entendía que para que Él pudiese salvar a otros no se podría salvar a sí mismo. Permíteme hacerte una pregunta: Si Dios permitió que su Hijo soportara tanto el dolor como el sufrimiento para salvarte, ¿crees que Él no va a permitir que pasemos a través del dolor y los sufrimientos para salvarnos?

El diablo le dice a Jesús: “Tírate y veamos qué pasa.” Jesús responde: ‘También se dice: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”’. Me encanta esta respuesta, permíteme decirlo una vez más, me encanta esta respuesta. La respuesta de Jesús, en esencia, era decirle al diablo, yo no tengo que probar a Dios. Si Dios dice que Él me ama, Él me ama. Si Dios dice que Él está conmigo, entonces Él está conmigo. Y si Él dice que todas las cosas obran para el bien de los que le aman, entonces aún en la injusticia de la cruz hay algo bueno. No tengo que probar a Dios.

¡Oh, no hay paradoja en el cristianismo! Dios te ama aún cuando te suceden cosas malas, y cuando te sientes tentado a creer lo contrario recuerda a Jesús siendo tentado en el desierto y luego mira la cruz y verás que está vacía.

El confiar en Dios no es no temer porque cosas malas no van a suceder. El confiar en Dios es no temer aún cuando cosas malas suceden.


Lectura Bíblica
Lucas 4:9-12

El diablo lo llevó luego a Jerusalén e hizo que se pusiera de pie en la parte más alta del templo, y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí! Pues escrito está: »“Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna.” —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le replicó Jesús.

Padre Celestial Tú enviaste a tu amado Hijo no sólo a salvarme, sino para que cada circunstancia de su vida fuese un ejemplo que yo pudiese seguir. Permíteme vivir con la confianza de que aunque cosas malas suceden en mi vida todo obra para mi bien porque yo te amo. Ayúdame a no ponerte a prueba dudando de tu amor cuando sufro y siento dolor.