De Principio a Fin

 

 

 

Miercoles 02 de enero del 2019

 

La mayoría de nosotros estamos listos para este nuevo año; Listos para renovar nuestras esperanzas y expectativa de que mejores cosas están por venir. Lo interesante es que de esta misma manera nos sentimos el año pasado y probablemente el año anterior a ese. Cada año comenzamos con nuevas resoluciones y llenos de entusiasmo, pero en tan solo treinta días nuestras resoluciones comienzan a esfumarse y para el final del año se convierten en el mejor de los casos en un recuerdo distante. Las estadísticas muestran que el 40% de las personas abandonaran sus resoluciones antes de que llegue el mes de febrero, un 60% para el final del verano y el 92% antes de que termine el año. Quizás esta sea la razón por la que estamos tan listos para comenzar este nuevo año, porque formamos parte de estas estadísticas del año pasado. Sin embargo, la verdad es que el final del año debería ser mejor que el comienzo del año.

 

CREANDO UN PLAN PARA EL 2019

 

¿En cuáles áreas de tu vida deseas mejorar y cómo?

Nuestras resoluciones en esencia son visiones de lo que nuestras vidas podrían y tal vez deberían ser. Es medir con honestidad adónde nos encontramos en cualquier área de nuestras vidas y prever dónde deberíamos estar. Para crear un plan necesitas tener visión.

 

Estudia y aprende

Lo más probable es que aquello que deseas logra en este nuevo año otras personas ya lo hicieron en el pasado. No nos debería dar vergüenza aprender a través de aquellos que han tenido éxito en las áreas en que nosotros queremos alcanzar el éxito. Recuerda que si no tienes un plan lo que te espera es puro fracaso. Que los sabios escuchen estos proverbios y sean aún más sabios. Ustedes, los sabios e inteligentes, escuchen lo que voy a decirles. Así se harán más sabios y ganarán experiencia. – Proverbios 1:5 TLA.

 

Comparte tus planes con alguien de confianza

Pídele a alguien en quien confías que te monitoreé. Cuando otros nos están viendo tendemos a poner más empeño. Y cuando nos desanimemos también nos estimulan para que nos volvamos a levantar. La verdad, «más valen dos que uno», porque sacan más provecho de lo que hacen.  Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. – Eclesiastés 4: 9-10 TLA.

 

Ora, ora y ora

Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos. – Proverbios 16:9 NTV.

Podemos crear el mejor de los planes, pero es Dios quien nos ayuda a alcanzarlos. Nada podría alimentar tus Resoluciones de Año Nuevo y ayudarte a terminar lo que has comenzado que la oración.

 

Recuerda y alaba

Recuerda de dónde saliste, las cosas que te han sucedido y lo qué Dios ha hecho en tu vida. Recuerda hacia donde te diriges y en quien te quieres convertir. Pero lo más importante es recordar quién eres en Cristo Jesús. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. – Salmos 103: 2-5 NVI.

 

Padre Celestial sé que hay área de mi vida que deseo y necesito cambiar, y las resoluciones de Año Nuevo son un buen momento para lograrlo. Te pido que por favor me guíes y me ayudes a través de las herramientas que pones a mi alcance para que yo pueda lograr en este Nuevo Año los cambios necesarios, de acuerdo a tu voluntad y con tu ayuda, porque separado de ti nada puedo hacer.