Transformación 3, Haz lo Correcto

 

 

Miércoles, 09 de enero del 2019

 

No importa quién eres y lo que la vida te ha dado o te ha quitado, es posible ser plenamente feliz. Escoger ser feliz comienza reconociendo que Dios te creó a propósito y con un propósito. El problema es que muchas veces no vemos nuestras vidas desde la perspectiva de Dios, no pensamos en nuestras vidas de la misma manera que nuestro Padre Celestial lo hace. Jesús dijo en Mateo capítulo 5, “Felices son aquellos cuyo mayor deseo es hacer la voluntad de Dios”. La verdad es que la mayoría de la gente no está pensando en cómo lograr hacer la voluntad de Dios, la mayoría de la gente está pensando, ¿cómo puedo conseguir que Dios me ayude a lograr mi propia voluntad? La Biblia dice que si permitimos que Dios cambie nuestra manera de pensar, en otras palabras, si permitimos que Dios nos muestre nuestras vidas desde su perspectiva, todo va a cambiar para mejor.

 

Para que Dios cambie nuestra manera de pensar es necesario que nosotros cambiemos las cosas en las que nos enfocamos. Porque las cosas en las que nos enfocamos determinarán nuestra manera de pensar. Y nuestra manera de pensar determinará la manera en que actuamos y la manera en que actuamos determinará los resultados finales. Por esta razón en los blogs anteriores dijimos que deberíamos enfocarnos en:

 

  1. Cambiar un defecto a la vez
  2. Trabajar cada defecto un día a la vez
  3. Enfocarnos en el poder de Dios y no en nuestra fuerza de voluntad
  4. Enfocarnos en lo positivo y no en lo negativo

 

Hoy vamos a ver dos cosas más que si nos enfocáramos en ellas cambiarían nuestra manera de pensar para bien; y mañana vamos a ver una más.

 

  1. Enfócate en hacer el bien y no en sentirte bien.

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Efesios 2:10 NBD

 

Dios te ha creado para ser alguien y para lograr algo. Deberías enfocarte en poner en práctica las buenas obras que Él dispuso de antemano para ti. El problema es que tus sentimientos a menudo te mueven en otra dirección. Si esperas a que tus sentimientos te guíen, lo más probable es que nunca lo logres. Tienes que escoger hacer lo correcto cuando sientes hacerlo y cuando no sientes hacerlo también. Si decides hacer lo correcto de manera consistente eventualmente tus sentimientos se unirán a tus acciones.

 

  1. Enfócate en el progreso, no en la perfección.

Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva. Filipenses 1: 6 NLT

 

Eres una obra de Dios en progreso, todavía hay mucho camino por recorrer, pero puedes confiar en que Dios va completar lo que Él comenzó. Tú te puedes rendir, pero tu Padre Celestial nunca se rendirá contigo. En una ocasión, el rey David escribió las siguientes palabras refiriéndose a aquellos que habían escogido confiar en Dios: “Aunque tropiecen, nunca caerán, porque el Señor los sostiene de la mano”. Recuerda que todo lo que Dios comienza lo termina y todo lo que Él termina es perfecto.

 

Gracias Padre Celestial por haberme creado a propósito y con un propósito, Tú comenzaste una obra en mí y sé que la terminarás. Ayúdame a enfocarme en hacer el bien y no en sentirme bien, y también enséñame a enfocarme en mi progreso y no en la perfección, porque esa perfección la veré terminada cuando tu Hijo Amado vuelva por nosotros. Tú eres un Dios perfecto que todo lo que hace también es perfecto.