Las confesiones de un fugitivo

Simple-500px-devocional-banner-ESPTodos hemos huido de Dios en un momento u otro. Todos le hemos dicho, “No” a Dios. No, yo no estoy dispuesto a seguirte. No, yo no quiero dejar de hacer lo que hago. De una manera u otra, en alguna u otra área, todos hemos huido de Dios. Y lo que descubrimos es que eventualmente se va desarrollando un patrón en las vidas de los que huyen de Dios:

• Huyen a lugares peligrosos

• Con el tiempo las cosas no les salen bien

• Terminan hiriendo a las personas que están más cerca de ellos

• Y luego, Dios interviene en sus vidas

Hoy vamos a empezar a ver las confesiones que hizo Jonás mientras oraba a Dios desde el vientre de un gran pez. Tal vez te animen a nunca huir de Dios, o si presentemente estás fugado de Dios te aliente a detenerte y regresar a Él. Puedes aprender cometiendo los mismos errores de Jonás o quizás puedas aprender de las confesiones de Jonás para nunca huir de Dios.

Probablemente ya sabes que Dios había llamado a Jonás a predicar a la gente en la ciudad de Nínive, pero él decidió huir de Dios en dirección opuesta. Eventualmente Dios intervino en su vida y, literalmente, envió a un gran pez para que se lo tragara. En este punto Jonás piensa que su vida ha terminado, pensó que estaba muerto, que iba a ser enterrado en el mar. Así que decidió hacer lo único que puede hacer una persona cuando se encuentra en tal estado de desesperación, decidió orar. Jonás probablemente pensó lo que muchos de los que hemos corrido de Dios hemos pensado, ¿Cómo voy a orar ahora? Después de todo estoy en estas circunstancias como resultado de mi desobediencia, porque decidí no escuchar, porque decidí huir de Dios.

Jonas 2: 1-2 NVI

Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde el vientre del pez. 2Dijo: «En mi angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro pedí auxilio,y tú escuchaste mi clamor.

Dios escucha y contesta las oraciones de los que van huyendo de Él.

Una de las lecciones que aprendemos de la oración de Jonás es no importa si por la única razón que estás orando es porque no tienes ninguna otra opción, de igual forma Dios escuchará y responderá tu oración. Dios pudo haberle dicho a Jonás, te di una oportunidad y ahora es demasiado tarde, este problema lo creaste tú y ahora soluciónalo tú. Lo que pasa es que hay algo que para nosotros es tan difícil de entender, y es que para Dios lo más importante es tener una relación con nosotros, que aunque sólo estés hablando con Él porque no tienes otra opción, de todas maneras esto está bien con Dios. ¿Ves? la prioridad de Dios no es cobrarte lo que hiciste, la prioridad de Dios es que regreses a Él. Dios pagó un precio muy alto por esta relación. Él entrego la vida de su Hijo para tener esta relación contigo. ¿De verdad piensas que después de tan alto precio ahora se va a rendir contigo?

El problema es que pensamos que para establecer o restablecer una relación con Dios primero tenemos que arreglar algunas cosas. La buena noticia es que Dios desea tanto tener una relación con nosotros que no le importa dónde hemos estado, no le importa lo que hemos hecho y no le importa cuánto tiempo hemos estado corriendo. Pensamos que primero tenemos que hacer algunos cambios antes de poder regresar a Dios, nada podría estar más lejos de la realidad, Dios te acepta tal y cual eres sin importar cuan lejos estés. Él pagó un precio muy alto para tener una relación contigo para ahora permitir que tu situación se convierta en un impedimento. Dios nunca se enoja cuando volvemos a Él, por el contrario, Dios está siempre atento y responde a las oraciones de aquellos que van huyendo de Él.

Es simple, no importa cuánto tiempo has estado corriendo o cuan lejos estás de Dios, si te detienes y oras Dios escuchará y responderá tu oración.

Padre Celestial que gran seguridad le da a mi vida el saber que siempre estás ahí para mí, que no importa adonde me encuentre, Tú me amas y estás dispuesto a perdonarme siempre, que esta lección de Jonás reafirme mi relación contigo y que sea una enseñanza para que yo nunca huya de ti.