Más y más preocupaciones

Simple-500px-devocional-banner-ESP

¿Por qué nos preocupamos? ¿Por qué nos ponemos ansiosos? Es que vivimos en un mundo cargado de ansiedades. Simplemente enciende las noticias y podrás ver las guerras alrededor del mundo, el terrorismo por todas partes, verás cristianos que están siendo decapitados por su fe, verás los efectos devastadores de un terremoto en Nepal, verás inseguridades financieras a nivel global; basta ver las noticias para darse cuenta de la condición del mundo en que vivimos y esto es motivo suficiente para preocuparse. Pero además de esto, muchas de nuestras preocupaciones y ansiedades son el resultado de las malas decisiones de personas que nos rodean; por ejemplo, si estás casado con una persona con una adicción, o si tus padres están a punto de divorciarse, quizás sea que tu pareja ya no quiere estar contigo. Luego están las preocupaciones que son el resultado directo de nuestras propias malas decisiones, descuidaste tu salud y ahora estás sufriendo las consecuencias. Fuiste mal administrador de tu dinero, desatendiste alguna relación, ahora todas estas cosas están causando preocupaciones o añadiendo más a las que ya tenías.

Filipenses 4: 6-7

6No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, 7Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Dios mismo a través del apóstol Pablo nos da un mandato que pareciera ser irreal, “No se inquieten por nada”. ¿Nada? Me parece imposible. A lo que Dios probablemente respondería: “Sé que es difícil de creer, pero si pudieses llegar al lugar en donde sean conocidas tus peticiones delante de mi te daré mi paz que sobrepasa todo entendimiento humano”. En el versículo seis la frase “sean conocidas” significa que sea descubierto, en otras palabras, quiero que sean descubiertas delante de mi tus peticiones. Me estás pidiendo un milagro en tu salud, en tus finanzas, o sanidad en tu familia. Pero no sólo quiero que sea conocido lo que te preocupa, sino también la raíz del problema, quiero que descubras cuál es el temor que alimenta tus preocupaciones. Yo sé lo que te preocupa, la pregunta es ¿Porqué te preocupa?

Dentro de cada preocupación o ansiedad se esconde algún temor, y Dios quiere que descubramos cuál es ese temor, porque cuando lo descubras habrás descubierto la raíz de tu problema. Luego Dios dice que si das a conocer esa petición delante de Él, ósea ese temor, Él te dará la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Que Dios no sólo quiere saber tu petición, sino que quiere conocer la raíz de tu petición. No porque Él no la conoce, sino más bien porque a menudo no nos damos cuenta de que en nuestras preocupaciones hay temores que se esconden y que son el verdadero problema, la verdadera petición.

Ahora me gustaría compartir las siguientes dos preguntas, que espero te ayuden a descubrir los temores que se esconden dentro de tus preocupaciones. Comencemos con aquello que más te preocupa en este día. Luego, repite las mismas preguntas para todas tus preocupaciones.

1. ¿Cuál es tu preocupación más grande?

2. ¿Qué temes que sucederá si la situación no cambia?

Ahora que descubriste cuáles son tus temores, tómalos y revélaselos a tu Padre Celestial y Él promete a cambio darte su paz, que guardará tu mente y tu corazón. ¿Ves? es mucho más que simplemente presentar tus peticiones a Dios, es más bien conocer los temores que alimentan tus preocupaciones. No es sólo orar que el Señor te dé un trabajo, sane tu cuerpo, o arregle tu familia, es dar a conocer delante de Dios lo que temes si esa situación no cambia. Y cada vez que das a conocer tus temores delante de Dios Él responderá dándote paz.

Es simple, revela delante de Dios tus temores y a cambio Él te dará la paz que sobrepasa todo entendimiento humano.

Padre Celestial gracias porque puedo darte a conocer cuál es el temor verdadero que tengo en cada una de mis peticiones que me causan preocupación, ayúdame a poder ver cuál es la verdadera raíz de lo que me angustia para que así Tú me ayudes dándome de tu paz que sobrepasa todo entendimiento.