A tiempo

 

 

A tiempo

Martes, 16 de enero de 2018

 

 

Fue a finales de la década de los 90 que salieron por primera vez al mercado los televisores de alta definición y la red Voom decidió convertirse en una de las primeras, si no la primera, en ofrecer un conjunto de canales de alta definición. Pero no alcanzaron las suscripciones que ellos esperaban porque pocas personas podían comprar un televisor de alta definición. En aquel momento, los televisores podían llegar a costar decenas de miles de dólares. Dos años más tarde, la empresa perdió su socio de distribución y, por consiguiente, tuvieron que cerrar sus operaciones. Tenían una gran idea y concepto de negocio, el problema era que habían salido al mercado prematuramente. En la vida como en los negocios, hay veces que nos apresuramos y hay otras que nos demoramos demasiado. El éxito es saber hacer las cosas en el tiempo correcto. El éxito de los músicos, actores, comediantes, comunicadores, atletas e incluso el de los padres depende de hacer las cosas en el momento correcto. El músico necesita cantar o tocar en tiempo, los actores, comediantes y comunicadores necesitan comunicar sus líneas en el momento correcto y aun los padres necesitan saber elegir el momento adecuado para disciplinar a sus hijos.

 

Ser preciso con tu tiempo es importante, pero igual de importante es elegir dónde vas a invertir tu tiempo. A cada uno de nosotros se nos entregarán 24 horas todos los días y como y donde invertiremos esas horas impactarán nuestras vidas para bien o para mal. Una persona decide utilizar su tiempo desarrollando los talentos que Dios le dio, mientras que otra decide jugar videojuegos. ¿Cuál crees que será más exitosa? O una persona invierte una parte de su tiempo haciendo ejercicio mientras que otra mira la televisión. ¿Cuál crees que vivirá una vida más larga y saludable?

 

El apóstol Pablo en el capítulo 5 del libro de Efesios le escribe a un grupo de creyentes y les dice que, porque estaban viviendo en un mundo corrupto, tenían que aprovechar al máximo la manera en que administraban e invertían su tiempo. Les estaba advirtiendo que la forma en que una persona utiliza su tiempo tiene un profundo impacto en su vida.

 

 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. – Mateo 6: 6 NVI

 

No hay una mejor inversión que puedas hacer con tu tiempo que pasar tiempo a solas con Dios. Jesús no consideró el tiempo a solas con Dios como algo que se puede hacer, sino más bien como algo que se debe hacer. Te pregunto, ¿quién crees que terminará verdaderamente exitoso en la vida? ¿La persona que descuida su tiempo a solas con Dios o la que intencionalmente programa tiempo para estar a solas con Él? La respuesta es obvia, pero por causa de que llevamos agendas tan ocupadas es fácil descuidar nuestro tiempo a solas con Dios. Entonces, déjame darte algunos consejos que pueden ayudarte.

 

  1. Prográmalo en tu agenda. Necesitas predeterminar cuáles serás los días y la hora que vas a pasar tiempo a solas con Dios.
  2. Selecciona el momento de menos distracciones. Escoge un lugar y una hora en la que tendrás la menor cantidad de distracciones e interrupciones. Para algunos esto puede significar despertarse un poco más temprano o acostarse un poco más tarde.

 

Preguntas:

  1. ¿Te acuerdas de tener una buena idea, pero prematura o quizás ya muy tarde?
  2. ¿Recuerdas alguna vez tener que hablar, pero lo hiciste antes de tiempo o demasiado tarde?
  3. ¿Tienes algún remordimiento en tu vida por haber descuidado invertir tiempo en un área o en una relación? ¿Por qué?
  4. ¿Has predeterminado los días y la hora para pasar tiempo en oración a solas con Dios?
  5. ¿Cuál sería la mejor hora para ti?

 

Padre Celestial gracias por alertarme de la importancia de pasar tiempo a solas contigo; no hay nada en este mundo más importante que Tú ni tampoco nada que pueda poner por encima de Ti. Ayúdame a invertir las 24 horas que me das cada día de manera sabia, priorizando mi agenda de manera correcta para que nada ni nadie me quite el tiempo que paso contigo.