Lunes 31 de enero de 2018

 

A principio de año por lo general nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Qué puedo hacer para llegar a ser una mejor versión de mí mismo? Y aunque pareciese ser una pregunta buena en realidad es errónea. Porque está enfocada en nosotros mismos, se trata de mí y sólo de mí. Pero si queremos convertirnos en una versión mejorada de nosotros mismo, entonces debemos preguntarnos ¿qué puedo hacer para mejorar la vida de las personas que me rodean? Esta es una pregunta peligrosa, ¡porque te va a costar! te va a costar tiempo, dinero, talentos y habilidades.

 

Como creyentes, a menudo nos sentimos satisfechos con creer algo en vez de con hacer algo. Lo que una persona cree es importante. Sin embargo, lo que una persona hace con sus creencias es lo que hace la diferencia, porque el creer no es suficiente.

 

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?  Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Santiago 2: 14-17 NVI

 

Al mirar a tu alrededor y ver a las personas que están sufriendo, luchando, o pasando por situaciones difíciles, cuando las ves sin esperanza algunas porque viven separadas de Dios, no es suficiente que creas o pienses que “alguien debería hacer algo al respecto”. Necesitas hacer algo con lo que crees, porque de otra manera lo que crees no tiene valor alguno. Lo que creemos no es lo que hace la diferencia, lo que creemos hace la diferencia cuando viene acompañado de nuestras acciones, es ahí cuando dejamos una huella.

 

Padre Celestial vivimos en un mundo complicado, lleno de desesperanza y situaciones realmente difíciles e intimidantes, pero si cada uno de los que decimos amarte viviéramos nuestras vidas con el propósito de hacer la diferencia a través de nuestro servicio, pudiéramos mejorar las circunstancias de muchos. Ayúdame a no sólo ver la necesidad de otros, sino a actuar a favor de ellos.