Ajustando Tus Planes – Bobby Cruz Jr

http://i799.photobucket.com/albums/yy280/ICAdoral/Born%20for%20this%20DEVOTIONAL%20banner_zpsngjdzfbm.jpg

 

Jueves, 24 de marzo

 

En diciembre de 1914, a la edad de 67 años, la fábrica de $2 millones de Tomas Edison fue destruida por un gran fuego. Esa noche casi todo el trabajo de los 67 años de Edison fue consumido por ese fuego. A la altura del fuego, el hijo de Edison, Charles de 24 años, buscaba desesperadamente a su padre. Cuando por fin lo encontró Edison estaba tranquilamente sentado viendo el fuego. Cuando Edison vio a su hijo le gritó, “Charles, ¿dónde está tu madre? Encuéntrala. Nunca había visto un fuego como este”. Al día siguiente, mientras Edison contemplaba lo que quedaba del fuego dijo: “Hay un gran valor en los desastres como este, porque todos mis errores fueron consumidos por el fuego. Gracias a Dios que podemos comenzar de nuevo”. Sin dinero y sin fábrica, tres semanas después del desastre Edison creo el primer fonógrafo.

 

Nehemías 4:16-18 NVI

A partir de aquel día la mitad de mi gente trabajaba en la obra, mientras la otra mitad permanecía armada con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban pendientes de toda la gente de Judá. Tanto los que reconstruían la muralla como los que acarreaban los materiales, no descuidaban ni la obra ni la defensa. Todos los que trabajaban en la reconstrucción llevaban la espada a la cintura. A mi lado estaba el encargado de dar el toque de alarma.

 

Los enemigos de la reconstrucción de Jerusalén en un esfuerzo por detener la obra se burlaban de Nehemías y del pueblo públicamente. Pero Nehemías oró a Dios y continuó trabajando ignorando las burlas que les hacían. Cuando los que se oponían vieron que Nehemías y el pueblo continuaban con la reconstrucción se enfurecieron en gran manera, así que decidieron amenazarlos con una guerra en donde los atacarían por todas partes. Nehemías una vez más oró y le recordó al pueblo la fidelidad de Dios. Pero luego hizo algo que la mayoría de las personas que se encuentran haciendo algo de gran importancia nunca consideraría hacer, ajustó su plan.

 

Ajustando tus planes

 

Uno de los errores más comunes que las personas que se dedican a cumplir el propósito de Dios cometen es el de confundir la meta con los planes. Las metas casi nunca cambian pero los planes constantemente necesitan cambios. Es fácil rendirse cuando los planes fracasan. El plan de Nehemías necesitaba ser cambiado, habían amenazas reales así que después de orar y recordar la fidelidad de Dios hizo unos ajuste a sus planes pero no a su meta.

 

Como pastor estoy muy consciente de este principio. Porque es fácil confundir el propósito de Dios para mi vida con mis planes para ejecutar dicho propósito. Pero con el tiempo he aprendido que su propósito nunca cambia. Es posible que necesite ver con más detalles el propósito de Dios, pero sé que su propósito no va cambiar. Por eso mi meta siempre será la de llevar a las personas a establecer una relación con Jesús. Eso no va a cambiar. Siempre tenemos que estar dispuestos a sacrificar nuestros planes por el objetivo. Pero nunca deberíamos sacrificar el objetivo porque los planes dejen de funcionar.

 

Padre Celestial gracias por la oportunidad que me das de ser parte de tu propósito divino, que es llevar a las personas a una relación creciente con Jesús, ayúdame a siempre tener presente que la meta nunca cambia, aunque a veces me tocará ajustar los planes para que ese propósito pueda ser cumplido en mí y en las personas que pones en mi vida.