Amor Entre Tres

 

 

Miércoles 21 de noviembre de 2018

 

Seamos sinceros, la mayoría de las personas se casan por razones egoístas. Solo pregúntale a una pareja comprometida que te cuente por qué se van a casar. Porque lo amo, la mayoría responderá. Entonces pregunta, ¿por qué lo amas? La mayoría dirá, porque me hace feliz. Finalmente pregunta, ¿por qué te hace feliz? Permíteme darte la respuesta a esta pregunta, porque creen que él/ella cumplirá con sus expectativas del matrimonio.

 

Como he establecido a través de esta serie de blogs, cada vez que las expectativas entran en un matrimonio, ya sea que lo sepas o no, has creado una relación de deuda y deudor. Un matrimonio que refleja más un acuerdo contractual que un pacto entre dos personas. Un acuerdo contractual se centra en los intereses personales. Es un acuerdo que dice: yo hago si tú haces, pero si tú no hace haces entonces yo no hago. Un acuerdo de pacto se centra en la relación. La mayoría de los pactos son una promesa que dice: yo haré, aunque tú no hagas.

 

Un matrimonio contractual es la norma, pero lograr un matrimonio basado en un pacto es casi imposible. De hecho, es tan difícil que requiere una tercera persona. La Biblia describe el matrimonio como dos personas que se someten mutuamente. Las mujeres se someten a sus esposos como al Señor. Y el esposo ama a su esposa de la misma manera que Jesús amó a la iglesia y sacrificó todo por ella. Una vez más, seamos sinceros, las mujeres no quieren someterse a los hombres y los hombres no quieren sacrificar todas sus vidas (deportes, computadora, amigos…) por una mujer.

 

Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. – Efesios 5:21 NIV

 

En mi humilde opinión, la única manera de lograr una relación de pacto es a través de la reverencia a Cristo, el que murió por todos nosotros. Ahora veamos un matrimonio que incluye a Cristo en él; esposas por reverencia a Cristo sometiéndose a sus esposos como al Señor. Cuando las esposas se someten a sus esposos, en realidad se están sometiendo y reverenciando al Señor. Los esposos amando a sus esposas y diariamente renunciando a sus vidas de la misma manera que Jesús dio su vida y murió por nosotros. Los maridos cuando hacen esto, en realidad están reverenciando y honrando el sacrificio que Cristo hizo por ellos.

 

Si todo este concepto del matrimonio de pacto y sumisión mutua es alarmante para ti, antes de descartar la posibilidad de buscar entrar en un matrimonio de pacto, permíteme darte la razón más importante por la que deberías considerarlo. Dios es un ser espiritual, no un ser humano. Pero Dios nos creó a nosotros seres humanos y espirituales a la vez y nos creó para tener una relación personal y amorosa con Él, para amarnos física y espiritualmente. Cada vez que sentimos la presencia amorosa de Dios en nuestras vidas, ya sea en la iglesia, mientras oramos o escuchamos una canción de adoración, esta es la manera de Dios de demostrarnos su amor por nosotros en el mundo espiritual. Pero Dios también quiere que sintamos cuanto nos ama en el mundo físico y la forma en que Él logra esto es a través de la sumisión mutua por reverencia a Cristo.

 

Es como que Dios nos pregunta, ¿me amas? ¿cuanto me amas? A lo que la mayoría respondería, Señor, después de lo que Tú hiciste por mí, te amo con todo mi corazón. Ok, dice el Señor. Ahora quiero que tomes todo el amor que sientes por mí y lo deposites en tu pareja. La forma en que me enseñas cuánto me amas es a través de cuan dispuesto estás a amar a tu pareja. Porque te he elegido para que seas un instrumento de mi amor incondicional para tu pareja. En un matrimonio de pacto, tú has sido elegido por Dios mismo para ser un instrumento físico de su amor incondicional.

 

Wow, ¡Dios realmente nos ama!

 

Así es Padre Celestial, cuánto Tú me amas, que no solo fuiste capaz de entregar a tu Amado Hijo para mostrarme ese gran amor y darme vida eterna, sino que también, a través de mi pareja quieres mostrarme ese amor de manera física. Ayúdame a mostrarte cuánto te amo y lo agradecido que estoy contigo a través de un matrimonio de pacto con mi esposo(a).