Amor perdido, amor recuperado

 

 

Jueves 29 de noviembre de 2018.

 

 

Enamorarse es fácil, sin embargo permanecer enamorado no es tan fácil. Cuando una pareja se enamora entran en una relación llena de deseos y sueños. Por cierto, deseos y sueños que se van formando desde temprana edad. Conformados por la cultura y el entorno en el que la persona se crio. La mujer desea y sueña que el hombre sea y actúe de cierta manera, y el hombre desea y sueña que la mujer sea y actúe de cierta manera. El problema es que estos deseos se convierten en un grave problema el día en que el hombre y la mujer deciden entablar una relación oficial, o sea  el día en que se casan. Porque en el momento en que están oficialmente casados, los deseos y los sueños pasan repentinamente a la categoría de expectativas. Ahora no solo desean y sueñan con que su pareja sea y actúe de cierta manera. No, ahora esperan que su pareja sea y actúe de cierta manera. Lo que antes de casarse se encontraba dentro de la categoría de deseos y sueños repentinamente fue movido a la categoría de expectativas; y esas expectativas luego se convierten en una deuda. Dicen: ahora que eres mi esposa(o) se supone que debes…

 

Cada vez que el hombre o la mujer depositan sus expectativas en su pareja, aunque no lo sepan han creado una relación de deuda y deudor. El problema de una relación de deuda y deudor es que poco a poco ahoga el ingrediente más importante de cualquier matrimonio, el amor. Una relación de deuda y deudor es lo que una persona tiene con su institución bancaria, pero no debería ser el tipo de relación que la persona tiene en su matrimonio. Es posible que al principio te guste y aun ames al banco que aceptó tu solicitud de préstamo, pero cada vez que te envían una factura no dices: “No puedo esperar abrir la factura, amo a mi banco”. En una relación de deuda y deudor, siempre que hagas lo que se espera que hagas la relación se mantiene saludable. Pero el problema es que nadie se siente amado porque todos están haciendo lo que se supone que deben hacer.

 

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su único hijo… – Juan 3:16 NIV

 

En una relación de deuda y deudor, cuando una persona hace lo que se espera que haga nadie recibe crédito y nadie se siente amado. Simplemente están pagando sus deudas. El amor se demuestra mejor a través de la libre y voluntaria entrega, no porque tienes que hacerlo, sino más bien porque quieres hacerlo. No es obligación ni demanda, es amor. Dios demostró su amor para con nosotros dando de forma libre y voluntaria, no porque hubiera tenido que hacerlo, sino porque Él quiso hacerlo. Así es como sabemos que nos ama. El amor se demuestra mejor a través de la entrega voluntaria y sin obligaciones, si una persona solo da lo que debe, nadie se siente amado. Son los actos inesperados y voluntarios los que hacen que una persona sienta y sepa que es amada.

 

 

La manera de experimentar y mantener el amor vivo y creciendo en un matrimonio es tomando todas las expectativas y colocándolas de nuevo dentro de la categoría de deseos y sueños. Porque cada vez que una relación se convierte en una relación deudora, nadie se siente amado, debido a que todos están haciendo lo que se supone que deben hacer. Pero cuando una persona cumple libre y voluntariamente las esperanzas y los sueños de otra, esa persona se siente genuinamente amada.

 

Padre Celestial gracias por enseñarme la manera correcta de amar a mi pareja, gracias porque no hay un ejemplo más grande y perfecto del verdadero amor que el que Tú y tu amado Hijo Jesucristo me enseñan a través del sacrificio en la cruz. Ayúdame a cada día de mi vida estar dispuesto a cumplir de manera libre y voluntaria las esperanzas y los sueños de mi esposo(a) para que se sienta realmente amado(a), poniendo todas mis expectativas en la categoría de sueños nuevamente.