Amor Simple

Enamorarse es fácil, lo difícil es mantenerse enamorado. Es más factible comenzar una amistad que mantener una amistad. Es mucho más sencillo casarse que mantenerse casado. Es más fácil comenzar una familia que mantener una familia unida. Hoy en día existen sólo en los Estados Unidos más de 1,500 compañías que brindan servicio de encontrar pareja, con ventas de aproximadamente un billón de dólares anuales. Hay un sin número de terapeutas, sicólogos y siquiatras tratando a personas con heridas de relaciones quebrantadas. Enamorarse no cuesta nada de trabajo, lo que cuesta es que las personas permanezcan enamoradas.

El amor es complicado. Todos hemos sido heridos por alguien que amamos y nosotros también hemos herido a alguien que amamos. El resultado final es una gran cantidad de personas heridas y el problema es que personas heridas hieren y la tendencia es que hieren precisamente a aquellos que tienen más cerca. En el nombre del amor las personas roban, matan y hasta se suicidan. El amor es una emoción fuerte e intensa que tiene el poder de elevarnos hasta el cielo o de llevarnos al fondo.

La manera en que la mayoría de la gente ama generalmente se basa en comportamientos y sentimientos. Los comportamientos dicen: si me tratas bien yo te trato bien, si me respetas te respeto, si me amas te amo. Los sentimientos son un poco más complicados porque cambian constantemente. Un día siento que amo a una persona y al día siguiente como que ya no siento lo mismo. Lo que sí es seguro es que el amor es complicado.

Cuando Jesús caminó sobre la tierra habían cientos de discípulos que lo seguían, entre ellos habían doce que eran los más cercanos a Él. Estos discípulos eran conocidos como los doce apóstoles. Durante tres años caminaron y vivieron con Jesús y se habían acercado mucho entre ellos. Al final de su ministerio en la tierra, Jesús les comienza a decir que lo iban a sentenciar a muerte y que uno de ellos lo iba a traicionar, el que Jesús señaló, Judas. Pero antes de que Judas lo traicionase Jesús miró a los otro once discípulos y les dijo:

Juan 13:34 NVI
Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.

Jesús se dirige a los once discípulos restantes, los cuales habían dejado todo para seguirle a Él, y les dice: quiero darles un nuevo mandamiento, esto es diferente a como ustedes venían haciéndolo. Quiero ayudarlos a descomplicarse la vida. Ámense los unos a los otros, pero no de la manera en que están acostumbrados a amar, no en base a los comportamientos y sentimientos. Quiero que se amen como yo los he amado, sin condiciones y a pesar de sus sentimientos. Quiero que el amor hacia los demás no esté basado en cómo los aman, sino en como yo los he amado. Sí, quiero que amen inclusive a Judas, aunque él va camino a traicionarme.

Es simple, el amor no se trata de lo que sientes, el amor se trata de lo que decides hacer, a pesar de cómo te sientes.

Padre Celestial gracias porque tú decidiste amarme incondicionalmente y para siempre, gracias porque tu amor no está basado en quien yo soy sino en quien tú eres, un Dios que es amor, lleno de gracia y de verdad. Ayúdame a mí a amar como tú me has enseñado, que mi amor no esté basado en cómo me tratan, sino que esté basado en el amor que yo recibo de ti.