Antes de Cristo, Después de Cristo

La resurrección no es un evento religioso que se celebra una vez al año, la resurrección la vivimos a diario desde el momento en que la creemos y la aceptamos, transformando nuestras vidas para siempre. En mi caso, pienso que así como Jesús dividió el tiempo en dos, antes de El y después de El, de igual forma lo hizo en mí y sé que también en todo el que lo ama y recibe su regalo de vida eterna. Y digo esto porque la resurrección cambió por completo y para siempre mi percepción de vida, lo que era importante dejó de serlo y lo que no tenía tanta importancia pasó a ser prioridad para mí.

¿De qué hablo? Fácil, antes de Cristo me interesaban los logros económicos, vivía de apariencias y me preocupaba muchísimo por lo que la gente podía pensar de mí. Después de Cristo poco a poco, no de un día para otro, mi agenda cambió por completo, ahora el dinero tenía una perspectiva diferente, no era para echármelo todo encima, era para invertirlo adonde nadie se lo roba y donde no se corrompe. Ahora las apariencias no eran tan importantes pero las personas sí, y en cuanto a quién me preocupa lo que pueda pensar está Dios ocupando el primer lugar. ¿Y sabes porqué? Porque cuando entendemos la resurrección no podemos vivir igual que antes, es imposible. Lo que es perecedero pierde valor y lo que es eterno cobra valor, así de simple.

Yo quiero vivir la resurrección de mi Salvador a diario y también quiero que otros tengan la oportunidad de vivir ese “después de” que cambiará sus vidas para siempre, porque Jesús quiere que todos vivamos ese evento, así será que fue capaz de sufrir como ningún otro ser humano ha sufrido en la tierra para que éste se pudiera llevar a cabo tres días después de entregar su vida por nosotros.

Cientos de personas estaban sin esperanza alguna y cuando vieron que Jesús resucitó, sus vidas también se dividieron en dos, antes de este evento y después de este evento, tanto es así que ni siquiera hablaron ni actuaron como lo hacían antes de la resurrección.

Hechos 2:36

“Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios Lo ha hecho Señor y Cristo (el Mesías).”
Apóstol Pedro.

¿Puedes creer que éste es el mismo Pedro que apenas días antes lo había negado, no una, sino tres veces? Así es El en nuestras vidas, cuando dejamos que su resurrección nos impacte nunca más somos los mismos, ni tampoco nuestra perspectiva de vida.

Es simple, la resurrección de Jesús es el único evento con el poder de transformar nuestras vidas, creando un antes y un después.

¡Amado Jesús gracias por haber resucitado! No hay ningún evento en la historia de la humanidad más importante que éste, por eso tiene un impacto tan grande en nuestras vidas cuando lo creemos. Gracias por ser mi salvador, te amo Jesús.

– Cory Reyes

PD: ¿No crees que es importante que las personas que amas tengan ese antes y después? Entonces este domingo de pascuas no lo pases alto.