Cerca de Dios

 

 

Lunes, 28 de agosto.

 

 

Cuatro de mis cosas favoritas son viajar, ir de compras, una buena comida y estar en compañía de amigos y familiares. Pero para mí no hay mejor lugar que estar cerca de Dios; No hay sustituto para estar en Su presencia. No importa lo alto o bajo que me pueda sentir, en bendición o en dolor, nada se asemeja a estar cerca de Dios. Es inexplicable, pero en la presencia de Dios nada más importa. Lamentablemente muchos creyentes rara vez o nunca experimentan sentirse cerca de Él.

 

Si alguna vez te has sentido cerca de Dios sabes de lo que estoy hablando, es una experiencia inexplicable e innegable; Él abruma todos tus sentidos. ¿Pero porqué será que tantas personas rara vez o nunca experimentan estar en Su presencia? Una razón es porque confundimos la búsqueda de las bendiciones y promesas de Dios con la búsqueda de Su presencia. Esto me recuerda a la historia de Abraham y su familia que eran básicamente una tribu nómada, sin una tierra para llamarla suya. Un día Dios se le aparece y le dice: Levántate Abraham. Te voy a dar tu propia tierra a ti y a tus descendentes, que serán tantos como las estrellas del cielo o la arena el mar. Y Abraham por fe abandonó lo que conocía en busca de la bendición y promesa de Dios. Pero en el camino, después de muchos altibajos y peligros, Abraham se dio cuenta de que la promesa de Dios era buena, pero que su gran recompensa era Dios mismo. Muchos creyentes están corriendo tras las promesas y bendiciones de Dios y nunca buscan el estar cerca de Él. Después de todo, que es mejor ¿tener Sus bendiciones o tener a quien da todas las bendiciones?

 

Otra razón por la cual muchos creen raramente o nunca experimentan la presencia de Dios es porque están buscando a Dios en los lugares equivocados. Ahora lo que voy a decir puede sonar como una blasfemia, así que antes de dejar de leer, por favor permite que termine. Demasiados creyentes están tratando de encontrar a Dios en la iglesia, en los servicios de oración o en las vigilias o retiros. Y muchas veces la única cosa que experimentan son las emociones de estar en lo que consideran lugares sagrados o actividades sagradas. Y no hay nada malo con eso, como creyentes eso debería ser nuestro pan de cada día. Pero cuando pienso en estar cerca de Dios, a menudo me recuerdo algo que el evangelista Nicky Cruz suele decir: “Nunca estás más cerca del corazón y el pulso de Dios que cuando estás alcanzando al alma perdida”. Si quieres experimentar estar cerca de Dios, necesitas caminar hacia donde Él está.

 

Salmos 34:18

Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.

 

Padre Celestial que bueno es estar en tu presencia, disfrutando de las maravillas de estar cerca de ti, nada, absolutamente nada de lo que este mundo me ofrece ni siquiera se acerca a la dicha de tenerte a ti. Ayúdame a mantenerme siempre cerca de ti, aun cuando en algunos momentos pueda que no te sienta, la verdad es que Tú estás más cerca de mí que mi propia respiración. Gracias por amarme tanto, Tú eres mío y yo soy tuyo.