Como Dios Manda

Viernes, 11 de abril

Piensa en tu niñez, en un momento u otro probablemente pensaste o dijiste las siguientes palabras: ” No puedo esperar a ser grande para poder hacer lo que yo quiera”. Esta dinámica continúa durante toda nuestra vida adulta también, como un adulto las palabras suenan de esta manera: “Un día voy a empezar mi propio negocio para poder hacer lo que yo quiera”. O tal vez esto te suene familiar: “Yo soy un adulto y puedo hacer lo que yo quiera”. La verdad es que no nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer. Esta dinámica también es cierta cuando se trata de nuestra relación con nuestro Padre Celestial. Amamos su gracia, pero no tanto sus leyes y mandamientos. Percibimos sus leyes como que nos restringe, mientras que percibimos su gracia más liberadora.

Desde que puedo recordar los cristianos han luchado con los conceptos de las leyes de Dios y la gracia de Dios. Tienden a creer que es uno o el otro. Pero nada puede estar más lejos de la verdad. Dios en su gracia nos ha dado mandamientos. No se dieron estos mandamientos para que podamos alcanzar una posición justa con Dios. Estos mandamientos se dan porque Dios nos ha otorgado una posición justa con él a través de Jesús. En la historia de Noé, vemos que Dios le concedió a Noé su favor ( gracia). Entonces Dios le dio órdenes específicas sobre cómo construir el arca. La gracia vino primero luego los mandamientos. Permítanme señalar algunos puntos:

• Los mandamientos no se le dieron a Noé como un requisito para alcanzar la gracia, más bien se les dieron porque Dios le había extendido su gracia.
• Los Mandamientos no se le dieron a Noé como requisito para alcanzar una posición justa delante de Dios, le fueron dados porque por la gracia de Dios Noé tenia un posición justa delante de Dios.
• Los mandamientos no se le dieron Noé como un requisito para obtener una relación con Dios, de hecho le fueron dados porque Noé por gracia ya tenía una relación con Dios.
• Los mandamientos no fueron dados a los no creyentes, los mandamientos fueron dados a Noé, el único creyente.
• Los mandamientos no se los dieron a Noé para que llegase a ser una buena persona, los mandamiento se los dieron para salvarlo de la destrucción que venía.

Las leyes de Dios son una extensión de la gracia de Dios. Esto ha sido así desde la creación del hombre, la Biblia dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y luego los bendijo. Eso es gracia, que a pesar de que el hombre no había hecho absolutamente nada para ganarse la bendición Dios los bendijo. Luego, después de bendecirlos Él les dio la ley. Lo mismo es cierto con la historia del pueblo de Israel en Egipto, Dios primero los salvó por gracia y luego les dio a ellos y sólo a ellos los Diez Mandamientos. Los Mandamientos de Dios siempre son precedidos por la gracia de Dios. Porque las leyes de Dios son siempre una extensión de la gracia de Dios.

Lectura Bíblica
Génesis 6: 11- 22 NVI

Versículo clave
Y Noé hizo todo según lo que Dios le había mandado.

Padre Celestial ayúdame a recibir tus leyes como una extensión de tu gracia, porque en tu inmenso amor para conmigo creaste tus leyes para mí, que soy creyente. Es tan bueno saber que como tu hijo me tratas de una manera íntima y diferente.