Confesiones de un Fugitivo Parte II: Fue Dios

Simple-500px-devocional-banner-ESP

En un momento u otro todos sin excepción hemos huido de Dios, y algunos se encuentran huyendo de Dios ahora mismo. Dios te está pidiendo que hagas algo, financieramente, en tus relaciones, tal vez Él te está llamando para que le sirvas, pero en vez de hacerle caso decides huir de Él. Y cada vez que alguien decide huir de Dios eventualmente las cosas no les van a ir bien, es la persona que pensabas que estaba de tu parte y a la final te abandona, son los socios que ahora te están sacando del negocio, son las personas que considerabas amigos y ahora actúan de cualquier manera menos como una amistad. Y es que definitivamente las cosas no van bien para los que huyen de Dios.

Cuando miramos la vida de Jonás, vemos que Dios le llama para enviarlo como su mensajero a la ciudad de Nínive, Jonás decide huir abordándose en un barco que iba en dirección opuesta. Inicialmente todo marchaba muy bien, ahora hay nuevas personas y nuevos amigos en su vida. Pero de repente los que él pensaba que estaban de su lado se viran en su contra. Los marineros del barco donde iba huyendo de Dios eran sus nuevos amigos. Pero de repente, se desata una tormenta violenta y esos mismos marineros ahora estaban arrojando a Jonás al mar embravecido.

Jonás 2: 3 NVI

A lo profundo me arrojaste, al corazón mismo de los mares;

las corrientes me envolvían, todas tus ondas y tus olas pasaban sobre mí.

Dios crea las circunstancias que hace que el fugitivo regrese a ÉL

En la oración que Jonás hace dentro del vientre del pez, él no le dice a Dios que fueron los marineros quienes lo arrojaron al mar, si no que confiesa que en realidad fue Dios quien lo arrojó a las profundidades del mar. Jonás reconoce que fue Dios quien creó las circunstancias que obligaron a los marineros a arrojarlo al mar. Jonás reconoce que fue Dios el que estaba en control de la situación desde el principio.

Cuando finalmente decidas dejar de huir de Dios, cuando resuelvas rendirte, entonces comenzarás a interpretar las circunstancias pasadas de tu vida. Verás a aquellos que pensabas estaban actuando contra ti y te darás cuenta de que fue Dios quien causó todo esto para hacerte regresar a Él. Estabas enojado con las circunstancias, quizás con alguna persona porque pensabas que te estaba haciendo daño. Pero cuando por fin dejes de huir y te rindas verás que Dios estaba orquestando las circunstancias y forzando la mano de las personas involucradas para hacerte regresar a Él.

Una vez que te rindas a Dios, llegará el momento en que tu perspectiva de las circunstancias pasadas y de las personas en tu vida va a cambiar. Cuando decidas dejar de correr no sólo cambiarán tus circunstancia, sino que también impactará la manera en que vez a algunas personas de tu pasado. En la oración de Jonás dentro del vientre del pez vemos que no fueron las circunstancias, ni los marineros que lanzaron a Jonás al mar, sino que fue Dios mismo.

Es simple, Dios crea las circunstancias que hacen que volvamos a Él.

Padre Celestial, ayúdame a no huir de ti nunca más y a tener en cuenta que las pruebas difíciles que me han tocado vivir no han sido por culpa de las personas o de las circunstancias, sino que has sido Tú para que regrese a ti y pueda experimentar el gran amor sientes por mí.