Viernes, 10 de enero

Imagínate que tu fe fuese tal, que estuvieses completamente seguro de que Dios está contigo. Involucrado en cada área de tu vida, ya sea grande o pequeña. ¿A qué le temerías? ¿De qué te preocuparías? ¿Cómo responderías en los momentos buenos y malos? Imagínate que tu fe fuese tal, que estuvieses completamente seguro de que Dios está en el control de todas las áreas de tu vida, y que Él está utilizando todas las circunstancias para tu bienestar. Esta es precisamente la clase de fe que Dios quiere para ti.

Un día un hombre vino a Jesús pidiendo ayuda, le contó acerca del terrible sufrimiento de su siervo quien había quedado paralítico. Antes de que el hombre pudiera seguir Jesús le dijo: “Iré a sanarlo”. A lo cual el hombre respondió: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa , sólo di la palabra y mi criado quedará sano”. Dice la Biblia que Jesús se asombró y dijo: “No he encontrado a nadie en Israel con tanta fe”. En toda la Biblia este fue el único hombre que sorprendió a Jesús. Y lo que sorprendió a Jesús acerca de este hombre fue su fe. ¡Imagínate tener una fe tan grande que hasta Dios quede sorprendido!

Prácticas que hacen crecer tu Fe

• Oración
• Estudio de la Palabra de Dios
• Generosidad
• Comunión

Lectura de la Escritura
Mateo 8 : 5-13

Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: –Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe.
~ Mateo 8:10 NVI

Padre Celestial, quiero crecer mi fe, quiero tener fe para poder responder a todo en mi vida, grande o pequeño, bueno o malo, con la confianza de que estás a mi lado y de que estas en control.