Creciendo en Fe A Través De La Palabra

14 de enero 2014

Cuando se trata de reyes, nadie como el rey David. Él es sin duda alguna el rey más famoso y exitoso de la historia. Si lo hubieses conocido de niño jamás habrías pensado que llegaría a ser tan exitoso. Cuando era un niño ni siquiera su familia pensó que llegaría a ser alguien. Un día el profeta Samuel llegó a la casa de David, y le dijo a su padre Isaí que Dios había escogido a uno de sus hijos para que fuese el próximo rey de Israel. Isaí alineó a siete de sus hijos y se los presentó a Samuel, con la excepción de su hijo David. Después de que cada uno de los hijos de Isaí fueron presentados al profeta, Dios le dice a Samuel que no erigiría a ninguno de ellos. Confundido, Samuel le pregunta a Isaí: “¿Son éstos todos tus hijos?”. Bueno, queda mi hijo menor David, Isaí respondió. Su propio padre no pensó que David pudiese calificar para ser el próximo rey de Israel. Entonces, ¿cómo es que David se hace el rey más famoso en la historia de los reyes? ¿De dónde sacó tanta sabiduría y conocimiento para derrotar a reyes que eran expertos en la batalla? ¿Cómo es que David adquiere más percepción que sus maestros, y mayor sabiduría que la de los hombres sabios? La respuesta es, a través de la palabra de Dios. En el Salmo 119 David atribuye su éxito al estudio y la aplicación de la Palabra de Dios. En el versículo 105 él declara, Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Nada tiene un mayor potencial de crecer tu fe que el estudio y la aplicación de la palabra de Dios..

Lectura de la Biblia
Salmos 119: 97-100

¡Oh, cuánto amo tus enseñanzas! Pienso en ellas todo el día. Tus mandatos me hacen más sabio que mis enemigos, pues me guían constantemente. Así es, tengo mejor percepción que mis maestros, porque siempre pienso en tus leyes. Hasta soy más sabio que los ancianos, porque he obedecido tus mandamientos.

Padre Celestial, al estudiar tu Palabra permite que sea la lámpara que me guía y la luz que me muestra el camino, en todas las áreas de mi vida.