Cuéntales Tu Historia

 

 

Martes, 06 de agosto de 2018

 

La verdadera felicidad es el resultado de tomar varias decisiones; es el resultado de decidir aceptar el hecho de que no eres perfecto y que no tienes todo bajo control. Es aceptar el hecho de que Dios existe y tiene el poder para sanarte de todas tus imperfecciones. Es escoger confiar tu vida al cuidado y control de Dios. Es decidir auto evaluarte y reconocer tus faltas para luego confesárselas a Dios y a otra persona. Es escoger someterte a los cambios que Dios quiere hacer en tu vida. Es decidir pedirle perdón a las personas que has ofendido y escoger perdonar a aquellos que te han ofendido. Es diariamente escoger pasar tiempo a solas con Dios para evaluarte a ti mismo a través de la lectura de la Palabra de Dios y la oración. Y finalmente es la decisión de compartir con otros a través de tus palabras y ejemplo el cambio que Dios ha producido en tu vida.

 

La Biblia enseña que todos nuestros dones, habilidades y talentos nos han sido dados con el propósito de beneficiar a otros.

 

Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros. – 1 Pedro 4:10 NTV

 

La Biblia enseña que cada palabra que hablamos debería beneficiar al oyente.

 

Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. Efesios 4:29 NLT

 

La Biblia enseña que Dios aun nos sana y nos consuela para el beneficio de los demás y no sólo para nuestro propio beneficio.

 

[Dios] quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. – 2 Corintios 1: 4 NVI

 

Dios quiere utilizar todas tus experiencias buenas y malas para beneficiar a otros. Y lo que algunos de ustedes ya han descubierto y tal vez algunos de ustedes están a punto de descubrir es que no hay mayor logro en la vida que ayudar a alguien a descubrir la verdadera felicidad, que sólo se puede alcanzar a través del poder redentor de Dios. No hay logro más grande y más satisfactorio que el ayudar a alguien a encontrar la seguridad de la vida eterna. Así que cuéntales a los demás la historia de lo que Dios ha hecho en tu vida. Él quiere utilizar tu historia para darte felicidad a ti y a los demás.

 

Padre Celestial gracias por darme la oportunidad de contarle a otros mi historia, lo que has hecho en mi vida, gracias por permitirme ayudar a otros a encontrar la seguridad que sólo Tú nos puedes dar, de tener vida eterna a través de Jesús. No permitas que me quede callado, ayúdame a compartir tu grandeza, porque cuando lo hago soy feliz yo y también los que están a mi alrededor y sobretodo Tú te llevas la gloria.