Culpable
Viernes, 13 de julio de 2018
Felices los puros de corazón. – Jesús (Mateo 5:8)
Es imposible ser plena y consistentemente feliz cuando la culpa reside en tu corazón. Porque la culpa destruye la confianza y no te permite ser la persona que Dios te creó para que fueras. Como si eso no fuera suficiente, la culpa no se detiene allí, te mantiene atrapado y no te permite avanzar, también tiene un impacto negativo en todas tus relaciones, y como comencé diciendo, la culpa te impide ser plena y consistentemente feliz. Es por esto que nuestro Padre Celestial nos ha dado la fórmula para deshacernos de la culpa.
Desasiéndote de la culpa:
Tome un inventario moral personal. Nunca debes intentar esconder, excusar, reprimir o culpar a otros por tu culpa. Y tampoco deberías quedarte atrapado en ella. El primer paso para deshacerte de la culpa es ser extremadamente honesto contigo mismo. Encuentra un lugar a donde puedas estar solo y pregúntate, ¿de qué me siento mal o culpable? Luego haz una lista y sé especifico. Este ejercicio te ayudará a enfrentar la realidad y a dejar de negar o excusar tu culpabilidad.
Acepta la responsabilidad por tus faltas. Tu impedimento más grande para ser plena y constantemente feliz eres tú mismo. La sanidad y la restauración en tu vida comienzan cuando sin excusas y razonamientos reconoces tus faltas y te responsabilizas de ellas. Para esto tienes que admitir que te equivocaste. El excusar tu mal comportamiento y ocultar tu culpa te mantendrá estancado en las consecuencias negativas de tus faltas. Una de ellas es que no podrás ser plenamente feliz.
Para deshacerte de la culpa vas a tener que examinar tu vida y abierta y específicamente confesarte tus pecados a ti mismo.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna. (Salmo 139: 23-24 NLT)
Padre Celestial, ayúdame a examinarme a mí mismo y a reconocer mis faltas y la responsabilidad que tengo en cada una de ellas, reconozco mis pecados y los confieso, no sólo a mí mismo, sino también delante de ti. Perdóname amado Padre, y ayúdame también a perdonarme a mí mismo para que pueda alcanzar la felicidad de manera plena y consistente.
Robert Cruz Jr.
Bobby Cruz Jr. became Senior Pastor of CDA Miami in 1999, continuing the work that his father, Bobby Cruz began in 1980. Bobby Jr. is an engaging speaker whose passion is to lead people in a growing relationship with Jesus. He has five children and he lives with his wife Ana in Doral, FL.