De pasajero a eterno

Cuando se trata de nuestro dinero y todo lo que nuestro dinero nos ha permitido obtener, hay algo en lo cual todos vamos a estar de acuerdo, en que no nos lo podemos llevar cuando muramos. En otras palabras, nuestro dinero es temporal, sólo lo administramos durante el tiempo que estamos en esta tierra y luego es pasado a otras personas para que lo administren. Lo interesante es que Jesús nos enseña que aunque no nos lo podemos llevar, sí podemos invertirlo de manera que nos produzca ganancias cuando lleguemos a nuestra morada eterna.

Lucas 16: 1-13 NVI
Por eso les digo que se valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas. – Jesús. (Lucas 16:9)

Jesús nos está enseña que Dios ve todo lo que poseemos como una herramienta para que llevemos a otras personas al cielo. Lo que significa que si aprovechamos la oportunidad que se nos concede de administrar nuestros bienes, podemos tomar algo pasajero y darle un valor eterno.

Jesús también nos enseña que cuando utilizamos nuestras riquezas pasajeras como una herramienta para introducir a otras persona a las moradas eternas, ellos nos estarán esperando para compartir con nosotros todas las bendiciones que han recibido de Dios. Imagínalo de esta manera, llegas al cielo y alguien viene y te dice: “Gracias por usar tus riquezas para llevarme la buena noticia acerca de Dios. Si no es por tu generosidad yo me habría perdido eternamente. Pero no sólo tu generosidad me ha traído a las moradas eternas, sino mira cuantas bendiciones Dios me ha dado. Permíteme, en agradecimiento compartir algunas de estas grandes bendiciones contigo. Quiero que sepas que en mí siempre tendrás un amigo”.

Tenemos el tiempo que Dios nos ha asignado para administrar nuestra riqueza pasajeras de tal manera que puedan cobrar un gran valor eterno. Lo único que tenemos que preguntarnos es: ¿Cómo puedo utilizar mis riquezas pasajeras como mi casa, carro, dinero, etc., para llevar personas a las moradas eternas?

Es simple, no nos podemos llevar nuestras riquezas con nosotros, pero sí podemos enviarlas por adelantado cuando las invertimos para el bien de los demás.

Padre Celestial gracias porque me enseñas cuál es la mejor manera de administrar lo que has puesto en mis manos, ayúdame a invertir en tu reino eterno, porque aunque no me lo pueda llevar cuando parta de este mundo, sí puedo invertirlo desde ahora para que me produzca ganancias cuando llegue a tu presencia.