Deja que Dios te defienda

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Puede que sólo sea mi percepción, pero me parece que la gente es cada vez más descortés y conflictiva entre sí. Lo puedes ves en los programas de entrevistas y de noticias, donde personas con diferentes opiniones se atacan las unas a las otras. Lo ves en el trabajo, en las escuelas y universidades, lo ves en la cafetería local, en el gimnasio y aún lo ves en los conflictos de los miembros de las familias. El problema es que la descortesía y los conflictos producen estrés y el estrés, especialmente el crónico, crea un impacto negativo en nuestras vidas, física, emocional y espiritualmente. Y la acumulación de estrés no sólo nos perjudica a nosotros sino también a las personas que nos rodean.

Una de las razones de la descortesía y los conflictos es que vivimos en una sociedad pluralista. Vivimos entre personas de diferentes nacionalidades, grupos étnicos, estilos de vida y creencias. Estas diferencias de comportamientos y creencias tienden a crear oposición entre las personas, desacuerdos e inclusive ataques personales. Y todo esto produce estrés en nuestras vidas. Así que ¿cómo se debe tratar a las personas descorteses, conflictivas y agresivas? ¿Cómo podemos evitar que su comportamiento nos cause estrés? Dejando que Dios te defienda.

La manera de tratar con personas descorteses y con los que te atacan de manera personal es no hacer nada en absoluto. Lo que debes hacer es dejar que Dios te defienda. Sí, pero, ¿qué pasa si no están de acuerdo con mis creencias? Deja que Dios te defienda. ¿y si me insultan o hablan mal de mí? Deja que Dios te defienda. ¿Y que tal si me atacan? Deja que Dios te defienda. Bueno, pero ¿y que hago con los que hablan mal de Jesús? Humm ¡esa es más fácil! deja que Dios te defienda.

El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. (Salmos 18: 2 NVI)

No estoy sugiriendo que pierdas el derecho de defender tus creencias y compartirlas, lo que te estoy diciendo es que la grosería y los conflictos eventualmente te van a estresar y eso no es bueno. Lo que te sugiero es que como creyente nunca seas descortés y conflictivo. Más bien sé humilde y guarda silencio cuando te ataquen y permite que Dios te defienda.

El Señor es mi pastor, nada me falta; 2en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; 3 me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. 4Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. 5Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos.

Es simple, en un mundo lleno de gente descortés y conflictiva deja que Dios te defienda.

Padre Celestial, es bueno saber que en un mundo donde la descortesía y los conflictos cada vez abundan más, yo te tengo a ti que me defiendes, no tengo que caer en lo mismo yo, sino todo lo contrario, porque tu palabra dice que hasta el necio cuando calla es contado por sabio. Guardar silencio y dejar que tú me defiendas es lo mejor para evitar el estrés.