Desarrollando la Confianza

Imagínate por un momento como sería tu vida si confiaras plenamente en Dios sin importar lo que estuviese sucediendo; que confiaras en El aun cuando aparentemente están ocurriendo situaciones difíciles en tu vida. Piensa cómo sería si confiaras en que Dios está involucrado y trabajando en cada área de tu vida, Suponte que realmente crees que todas las cosas obran para bien para los que aman a Dios (Romanos 8:28).

¿De que te preocuparías? ¿A quién le temerías? ¿Cómo actuarías aun en los tiempos más difíciles? ¿Cómo actuarías inclusive cuando todo está bien si confiaras plenamente en Dios? Imagínate confiar en Dios tanto que realmente crees que Dios no sólo está en control de todas las áreas de tu vida, sino que Él también está usando cada situación para tu bienestar. Esta es la clase de fe que Dios quiere que todos nosotros tengamos. Total confianza de que Él está en control y está utilizando absolutamente todo para nuestro bienestar.

Tú me preguntas: ¿Cómo puedo desarrollar esa clase de fe? Que bueno que me preguntas, porque puede que en algunos momentos sea difícil, pero siempre es simple.

Salmo 37: 3, 4, 5, y 7

3. Confía en el Señor y haz el bien.

Nada va a desarrollar más tu confianza en Dios que tus acciones. Dios nunca necesita tu ayuda, Dios no necesita ni siquiera tu cooperación. Pero la confianza en Dios siempre se demuestra a través de tus acciones. Algunas veces puede ser muy difícil saber qué es lo correcto en cuanto a lo que debes hacer; así que voy a dejarte con una pregunta que te ayudará a determinar cuál es el curso de acción que debes tomar: ¿Qué haría una persona en mis circunstancias si estuviese plenamente convencido de que Dios esta con él?

4. Deléitate en el Señor.

Una vez que hayas iniciado el curso correcto de acción, entonces el siguiente paso es deleitarte en el Señor y no en tus circunstancias. Es fácil mirar las circunstancias y estar afligido o atribulado. Es cuando te deleitas en el Señor que tu confianza se desarrolla más y más. Te voy a dar algunas sugerencias en cuanto a cómo deleitarte en el Señor: alábalo en la mañana, alábalo al mediodía, alábalo hasta que se ponga el sol.

5. Encomienda al Señor tu camino;

La palabra “encomienda” significa más que simplemente pedirle a Dios que se involucre en todo lo que estás haciendo. La palabra “encomienda” significa incluir a Dios en todo lo que estás haciendo; cuando te despiertas y cuando te vas a dormir, en el trabajo o en la casa, sea lo que sea que estés haciendo no dejes a Dios afuera y asegúrate de que él está totalmente incluido.

7. Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia.

Esta es probablemente la parte más difícil en el desarrollo de la confianza en Dios, el guardar silencio y esperar pacientemente a que Dios actúe. “guardar silencio” significa que hay un tiempo para orar y luego hay un tiempo para callar. La palabra “paciencia” en este versículo significa descansar; esta palabra me recuerda a un niño cuyos padres lo van a llevar a un parque de diversiones y todo el camino va diciendo: “¿Ya llegamos? Está bien que ores todo lo que sea necesario, pero en algún momento sólo hay que confiar en que tu Padre celestial está el control.

Aprender a confiar en Dios es simple; Haz lo correcto, deléitate en el Señor, inclúyelo en todo lo que hagas, luego guarda silencio y descansa en su presencia hasta que El actúe.

Padre Celestial yo sé que todas las cosas que me pasan son para mi bien porque tú me amas, por lo tanto no tengo nada que temer ni de que preocuparme. Ayúdame a vivir de esta manera, confiando plenamente en ti, alabándote, deleitándome y esperar pacientemente a que tú actúes.