Desconfianza, Tentaciones 5

 

 

Viernes ,08 de abril del 2018

 

Cuando se trata de las tentaciones hay dos cosas que deberías saber. Primero, todas las tentaciones son alimentadas por información errónea, falsedades y/o mentiras. La intención de todas las tentaciones es engañarte y hacerte pensar que tienes algo que ganar cuando de hecho tienes más que perder. Y segundo, cuando se trata de las tentaciones hay una pregunta que siempre necesita ser contestada: ¿Se puede confiar en Dios? La mentira detrás de la tentación quiere hacerte creer que no se puede confiar en Dios, cuando de hecho sabemos que nada podría estar más lejos de la verdad.

 

Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación.

 – Mateo 4: 1 NVI

 

En el libro de Mateo capítulo 4, Jesús había sido llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Su primera tentación, la de convertir las piedras en pan, era satisfacer una necesidad legítima de manera ilegítima. Su segunda tentación era la de demostrar su poder y de esta manera adquirir reconocimiento utilizando las habilidades que Dios le había otorgado. Y la tercera tentación era la de tomar un atajo; era la de hacer lo correcto pero de manera incorrecta. En cada una de estas tentaciones había una mentira que necesitaba ser identificada y reemplazada por una verdad específica. Y en cada una de las tentaciones la pregunta era, ¿Se puede confiar en Dios?

 

Jesús respondió a cada una de las tentaciones identificando la mentira y reemplazándola con la verdad correspondiente y específica. Y luego decidió confiar y esperar en Dios. Aunque sintió hambre después de cuarenta días de ayuno, esperó en Dios. Aunque Él era el Unigénito de Dios, Él escogió esperar en Dios y no buscar reconocimiento propio. Y aunque todos los reinos del mundo eran legítimamente suyos, Él decidió esperar en Dios hasta que Dios decidiera entregárselos. Jesús entendía que había sido Dios quien lo había dirigido al desierto para ser tentado y también sabía que sería Dios quien le supliría sus necesidades y deseos a su debido tiempo. En cortas palabras, Jesús decidió confiar en Dios.

 

Siempre hay más de lo que se ve en las superficie dentro de cada una de nuestras tentaciones; siempre hay más que perder que lo que se pudiese ganar cuando nos rendimos a las tentaciones. La verdad es que se puede confiar en Dios porque a su debido tiempo Él siempre premia a aquellos que confían en Él.

 

 Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.

– Mateo 4:10 NVI

 

Padre Celestial sólo identificando la mentira que hay detrás de cada tentación que enfrento es que puedo vencerla, gracias porque me enseñas que sí puedo vencer la tentación, y sobretodo que puedo confiar en ti, no hay nadie más confiable en mi vida que Tú Señor, y sé que si te obedezco, al igual que Jesús, saldré ganando y eventualmente vas a premiar mi confianza en ti.