Divinamente Orquestrado

 

 

Viernes 18 de octubre del 2018

 

Van a haber momentos en nuestras vidas en que nos vamos a preguntar, ¿por qué? ¿Por qué me está pasando esto? ¿Por qué no tengo trabajo? ¿Por qué mi matrimonio no funcionó? ¿Por qué me siento tan solo? ¿Por qué no tengo salud? ¿por qué sigo cometiendo tantos errores? O tal vez estés del otro lado de la moneda, Dios te ha bendecido más allá de lo que te pudieses haber imaginado y te preguntas: ¿Por qué Dios me ha bendecido tanto? Me imagino que así era que se sentía Ester. Ester era una bella mujer hebrea que había perdido a sus padres a una temprana edad y que había nacido exiliada en la nación de Persia. Me imagino ella tenía que preguntarse por qué le habían sucedido tantas cosas horribles. Pero un día su mala fortuna se tornó en buena, ya que de huérfana y exiliada pasó a ser la esposa del rey de Persia. Ahora ella era la reina Ester.

 

ESTER 4:14 NVI

¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?

 

Perdóname si sueno arrogante, pero la verdad es que yo sé la respuesta a la pregunta planteada a Ester. Todo lo bueno, lo malo y lo desagradable de la vida de Ester fue orquestado por Dios para un momento como este. Brevemente te cuento lo que sucedía. Se había proclamado un decreto diciendo que en tal fecha se iban a matar a todos los judíos que aun vivían en la nación de Persia. Pero Ester por causa de su posición quizás podía influenciar al rey para que fuese retirado el decreto. Pero habían dos grandes problemas; el primero, Ester nunca le había dicho al rey que ella era de descendencia hebrea. Y el segundo, el presentarse delante del rey para hacerle una petición sin haber sido invitado era ilegal y la sentencia por tal crimen era una sentencia de muerte. Pero a pesar de lo terriblemente difícil que tenía que ser para ella, Dios había orquestado estas circunstancias precisamente para un momento como este.

 

No importa dónde ni cómo te encuentres en este momento, quiero que sepas que Dios es un experto en tomar todas nuestras circunstancias buenas y malas (aunque sean resultado de nuestras malas acciones) y utilizarlas para posicionarte estratégicamente para bendecir a otras personas. Y lo que hoy piensas que es algo negativo Dios lo quiere tomar y convertirlo en algo positivo. Esto me recuerda a una querida amiga, Minerva García, quien hace unos años atrás perdió a su esposo y padre de sus dos hijos a causa del cáncer. Pero Dios tomó esta tragedia y estratégicamente la colocó en la ciudad de Orlando en donde ahora ella se encuentra ayudando y aconsejando a personas que están atravesando circunstancias similares y a veces perores que las de ella. Hace sólo un mes atrás un terrorista entró a una discoteca gay en Orlando y mató a 49 personas e hirió gravemente a muchos más. Y esto sucedió a sólo unas cuadras de distancia de donde trabaja Minerva. ¿Coincidencia? No lo creo. Porque Dios utilizó aun las circunstancias trágicas que le sucedieron a Minerva y la posicionó para estar en el lugar correcto y en el momento preciso, para que ahora ella pudiese de consolar y aconsejar a muchas de las víctimas de esta horrible tragedia.

 

No estoy diciendo que Dios causa tragedia en nuestras vidas para que podamos ayudar a los demás. Lo que estoy diciendo es que en un mundo malo, en donde hay grandes tragedias, Dios quiere tomar nuestras tragedias y darles la vuelta para que podamos ser de bendición para los demás. La verdad es que no importa si estás atravesando momentos difíciles o si vives en gran bendición, Dios te ha colocado estratégicamente en el lugar en donde te encuentras para un momento como este.

 

El ponerte en los zapatos de Ester es saber que Dios te ha colocado estratégicamente en el lugar que estás para bendecir a los demás.

 

Padre Celestial gracias porque nada en mi vida es una casualidad o pasa sin ningún propósito, porque Tú has orquestado todo para yo estar precisamente en el lugar que me encuentro para poder bendecir a otras personas. Te alabo y te bendigo Padre amado, porque tu amor y cuidado no tiene límites.