Domingo de Resurrección

Domingo de Resurrección

¡Un acontecimiento ÚNICO!

Han habido grandes momentos en la historia, la Revolución Americana, la caída del muro de Berlín, por nombrar tan solo un par. Sin embargo, ya sea que eres cristiano o no, honestamente no puedes decir que la vida de Jesús no creó un impacto grandioso en la historia de la humanidad. Si te riges por el “Anno Domini” (sistema cronológico de las eras), entonces estás reconociendo su impacto. Cada vez que escribes una fecha estás utilizando la resurrección de Jesucristo como punto focal. Y la razón de este impacto, de hecho yo diría que la única razón, es el Domingo de Resurrección.

Cuando nos fijamos en la vida de Jesús nos damos cuenta que venía de un pueblo desconocido, que nunca ocupó una posición política o religiosa; todo lo contrario, fue simplemente un carpintero. Su ministerio en la tierra duró sólo tres años. No viajó en un radio superior de aproximadamente veinticinco millas. Sus pocos seguidores no eran tan devotos, cuando fue detenido todos corrieron. Sus enseñanzas fueron extremas y radicales, incluso para nuestros tiempos. Entonces, ¿Qué es lo que hace que Jesús sea la persona más importante de la historia? Lo que convierte a Jesús en la figura más trascendental de toda la humanidad es un solo y único acontecimiento, la fecha más importante de toda la historia: el Domingo de Resurrección.

El Domingo de Resurrección es la celebración de un hombre que afirmó haber venido del cielo, que dijo ser Dios y que afirmó tener el poder sobre la vida y la muerte. Jesús afirmó: “El que cree en mí vivirá, incluso después de morir.” (Juan 11:25). ¿Cómo puede El probar tales afirmaciones tan escandalosas? Imagínate que yo te digo que vengo del cielo y que soy Dios, que sólo creas en mí y vas a vivir, incluso después de morir. Por seguro pensarías que estoy loco y que cualquiera que me crea es también un lunático. ¿Cómo demuestra Jesús tal afirmación? Bueno, El constantemente predijo que iba a morir y que tres días después resucitaría.

Muerte

A los tres años de su ministerio público Jesús fue arrestado y acusado falsamente, sometido a seis juicios en donde se burlaron y lo condenaron a muerte. Después de una noche de golpes y burlas, luego que le colocaron una dolorosa corona de espinas, Jesús fue crucificado. La crucifixión es probablemente la pena de muerte más brutal y tormentosa jamás inventada por los hombres. Extendieron sus brazos y clavaron sus manos a una cruz. Los clavos traspasaron su carne, hiriendo el nervio que recorre el brazo y causando un dolor insoportable. Lo colgaron y lo abandonaron allí para que muriera de dolor. Después de algún tiempo, sólo para asegurarse de que estaba muerto, los soldados clavaron una lanza en el costado de donde brotó agua y sangre. Finalmente muere… después de todo este Jesús no era tan importante, estaba muerto en la cruz, al igual que cualquier simple mortal.

Resurrección

Su cuerpo fue bajado y colocado en una tumba (cueva), los líderes religiosos estaban preocupados de que el cuerpo de Jesús pudiese ser robado, por lo que colocaron una piedra gigante en frente de la cueva y le pidieron a los guardias romanos que custodiaran la tumba. Temían que sus seguidores robaran su cuerpo y luego afirmaran que había resucitado. Lo que no sabían es que incluso los seguidores de Jesús creían que su muerte era definitiva. Pero tal y como Jesús lo predijo, tres días más tarde se levantó y salió de la tumba, presentándose ante más de quinientos testigos. De una vez y por todas su afirmación había sido validada.

¡Un acontecimiento ÚNICO!

La Semana Santa es un tremendo suceso, no porque celebramos que Jesús fue un buen líder religioso o un gran maestro. Es un increíble acontecimiento porque unos dos mil años atrás apareció un hombre que dijo ser Dios y que tenía el poder sobre la muerte. Y el primer domingo de Pascua demostró de una vez y para siempre que hay un Dios que nos ama y que vino al mundo, no para condenarnos sino para salvarnos, no de manera temporal, sino inclusive después de la muerte.
¡Esto es algo grande! ¡Un acontecimiento ÚNICO!

Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
– Jesús (Juan 3:16)